Isabel Pantoja, la testigo ‘infiel’
Lo último que Isabel Pantoja se esperaba de su expareja Julián Muñoz es que la propusiera como testigo en un juicio cuya celebración estaba prevista para este viernes. Las órdenes judiciales son de obligado cumplimiento y si te llaman a declarar como testigo has de acudir sí o sí. Sin embargo, este mismo jueves a las dos de la tarde, un doctor la ha visitado en su domicilio y Pantoja ha presentado el parte médico correspondiente que la exime de comparecer en la vista. La cantante, según reza el parte emitido por el facultativo -curiosamente fechado a 5 de mayo, esto es el viernes-, presenta “cuadro de sacro lumbalgia aguda con incapacidad funcional” y prescribe tratamiento y reposo físico.
Isabel Pantoja y Julián Muñoz durante el juicio por el caso Malaya en 2012 / GTRES
El certificado médico oficial que era remitido de inmediato al pertinente juzgado de Madrid señala que la cantante se encuentra en situación de “incapacidad temporal”. Así pues, el juicio se celebrará este 5 de mayo, pero Isabel no declarará como testigo de su exnovio.
La cantante, que se unió a la querella interpuesta por Muñoz en 2007 cuando aún eran pareja, decidió hace poco renunciar a la misma y el pasado 7 de abril presentó un escrito en el que comunicaba su renuncia y desistimiento. “No quiere saber nada de jueces, de paseíllos ni de sala de vistas”, explican a Look fuentes de su entorno, “y además no tenía todas las de ganar”. Sin embargo, el hecho de que Julián la propusiera posteriormente como testigo obligaba a Isabel a comparecer y prestar declaración en apoyo de la versión de su exnovio. La citación le cayó como una bomba: ¿Ella, testigo de Julián? No podía creerlo. Las mismas fuentes aseguran que puso el grito en el cielo y que su asombro e indignación fue mayúsculo, por decirlo bonito. La cantante solicitó entonces declarar por videoconferencia, petición que fue atendida y así estaba previsto para este día 5. Pero no, finalmente no será tampoco desde otra sala, lejos de Julián. Una fuerte lumbalgia se lo impide. Del “¡No me vas a grabar más!” al “¡No voy a declarar!”, al menos por ahora.
Isabel Pantoja y Julián Muñoz durante el juicio por el caso Malaya en 2012 / GTRES
“El único delito que yo he cometido es enamorarme”, le decía una rotunda y afectada Isabel Pantoja en una entrevista al periodista Jesús Quintero. Está claro que Manuel Godino, presidente de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga, no pensaba lo mismo cuando la condenó a dos años de prisión por blanqueo de capitales.
Pantoja se fijó en Julián Muñoz, entonces alcalde de Marbella, tras la inhabilitación de Jesús Gil, y ambos comenzaron en el año 2003 un romance que duró hasta que tres años después estallara la Operación Malaya, en marzo de 2006. Tres meses después, detuvieron a Julián y fue el principio del fin. Con su “chiquitito” en la cárcel, se le rompió el amor y más aún cuando ella misma fue detenida un año después y finalmente condenada. Pantoja ya ha cumplido su pena y hoy es una mujer libre que intenta recuperar la normalidad en su vida, pero no olvida. Eso, no. No es mujer de olvidar, según quienes la conocen bien. Ella culpa a Julián. Inolvidable aquel “era yo quien le pagaba todo”. Ahora, Julián ya no tiene casi ni los dientes que ella le pedía mostrara a los fotógrafos que intentaban captar su imagen a la salida del Ayuntamiento marbellí en pleno escándalo político con moción de censura incluida.
Isabel Pantoja y Julián Muñoz en una imagen de 2006 / GTRES
El exalcalde condenado pidió perdón al pueblo de Marbella y a su exmujer Mayte Zaldivar cuando hace dos años declaraba ante el juez por el caso Fergocon, pero de Isabel Pantoja no dijo ni mú. Ya se lo anunció años antes, cuando dijo aquello de “si no tenemos una ruptura serena, nos vamos a hacer mucho daño”. Y tanto.