Tres recetas deliciosas para el Día de los Difuntos
Tic, tac… Empieza la cuenta atrás para la llegada de la noche más terrorífica del año. Pequeños y grandes, personas de todas las edades, llevan tiempo esperando la que para muchos se ha convertido en una de sus fechas más especiales. Una jornada marcada por los sustos y el terror, en la que las calabazas, las arañas y los disfraces de vampiro se vuelven los grandes protagonistas.
Es tradición que en el denominado Día de los Muertos los más pequeños se dediquen a visitar a sus vecinos planteándoles la gran pregunta de “¿Truco o trato?”, con un único objetivo: reunir el mayor número posible de caramelos, o en su lugar, algo de dinero.
Otros, por el contrario, optan por decorar su hogar y vestirse para la ocasión para disfrutar de una tarde inolvidable en familia o con amigos. Y luego están todos aquellos que recurren al chef oculto que llevan dentro con el propósito de disfrutar de platos tradicionales, eso sí, inspirados en Halloween y en todo lo que conlleva.
Tortitas de Halloween
Adentrarse en la cocina y elaborar deliciosos platos con los que poder dar un buen homenaje al paladar, puede resultar un plan de lo más divertido para muchas familias, pero sobre todo para los más pequeños, quienes, por lo general, suelen pasárselo en grande preparando y decorando galletas, o incluso vaciando una calabaza. Por ello, a continuación, os proponemos una serie de recetas fáciles, ricas y sobre todo muy divertidas de preparar.
Es el caso de la crema de calabaza, un plato saludable y muy rápido de elaborar con el que a sorprender a los niños. Pero no te quedes en lo habitual, anímales a darle un toque de terror decorándola con una tela de araña comestible. Tan solo se necesitará una calabaza, una cebolla, aceite de oliva, nata para cocinar, sal y pimienta.
El primer paso es extraer la sustancia de su cáscara, trocearla sin las pepitas y cocerla en agua con sal durante 35 minutos. Mientras tanto, se puede sofreír, en una cazuela, la cebolla pelada y picada hasta que quede doradita.
Crema de calabaza para cocinar en Halloween
Lo siguiente es agregar la pulpa de la calabaza asada, remover para que se mezcle bien con la cebolla, cubrir la mezcla con agua, y dejar cocinar durante 2 minutos, una vez alcanzado el estado de ebullición.
Tras ello, será necesario batir la crema, salpimentar al gusto e introducirla en la propia cáscara de la calabaza. Llegados a este punto, solo queda verter la nata en un biberón de cocina, dibujar tres círculos concéntricos en la superficie de la crema y un punto en el centro, y, con la punta de un palillo, arrastrar la nata para dibujar la tela de araña.
Como segundo plato, no hay nada más terrorífico que las momias de salchicha con hojaldre, una de las recetas más elaboradas durante la noche de Halloween. La clave está en cortar la masa de hojaldre en tiras finas y largas, y enrollarlas alrededor de las salchichas. Después, bastará con depositarlas sobre un papel de horno colocado sobre una bandeja, untarlas de huevo batido y hornearlas durante 15 minutos a 180 grados.
Ahora bien, si buscáis un resultado profesional, podréis colocar en la parte superior de la salchicha dos bolitas de pimienta simulando los ojos de la momia y esparcir sobre ellas un poco de kétchup, así parecerá que, además de momificadas, las salchichas también están ensangrentadas.
Para terminar este delicioso menú, podéis hacer los tradicionales Halloween cupcakes, unas ricas y jugosas madalenas decoradas, por ejemplo, con arañas de chocolate. Estas, se pueden hacer en casa, pero si el objetivo es pasar poco tiempo en la cocina, también se pueden comprar. Lo importante está en la decoración.
Halloween cupcakes
Ahora bien, ¿cómo se hace una araña de chocolate? Pues sorprendentemente se trata de algo muy sencillo. Lo primero es dibujar las arañas con lápiz en un papel de horno. Una vez dibujadas, habrá que darle la vuelta al papel para que el carboncillo del lápiz no entre en contacto con el chocolate. Tras ello, será necesario derretir el chocolate y, cuando esté templado, introducirlo en una manga pastelera. Con ella, iremos poniendo el chocolate siguiendo el dibujo, y cuando ya hayamos terminado, bastará con meterlas en el frigorífico hasta que el chocolate quede duro. El último paso será separarlas del papel y colocarlas en las magdalenas. ¡Y voilá! Con esto ya lo tendrás todo para disfrutar de la comida o la cena más terrorífica del año.