La Reina Isabel, un cumpleaños agridulce con un reto ineludible
El príncipe Harry y Meghan Markle: protagonistas de un encuentro secreto con la Reina Isabel II
La Reina Isabel tiende una mano a los Sussex: la invitación que marcará un antes y un después
La Reina Isabel y el príncipe Harry: crónica de un vínculo ‘indestructible’ en la cuerda floja
La Reina Isabel revela las secuelas que le ha dejado el coronavirus
La Reina Isabel afronta su noventa y seis cumpleaños en uno de los momentos más delicados de su vida. Es el segundo aniversario de la monarca desde la muerte del duque de Edimburgo, el primero de ellos apenas unos días después del funeral del que durante más de siete décadas había sido ‘su roca’. Un año después, la situación de la soberana es complicada.
La monarca, sonriente, en una audiencia en Windsor. / Gtres
A pesar de que por el momento no ha habido confirmación oficial por parte del Palacio de Buckingham, no se espera ningún tipo de acto en esta jornada. Lo que sí ha trascendido es que la Reina ha viajado a Sandringham en helicóptero para esta jornada, aunque no se sabe cuánto tiempo estará allí. No hay que olvidar que, aunque la monarca cumple años en el mes de abril, en realidad la celebración institucional de su aniversario tiene lugar en junio, coincidiendo con el tradicional Trooping the colour. Un detalle que se remonta al siglo XVII, a la época del Rey Jorge II. Según la Historia, el monarca consideraba que su cumpleaños -en noviembre-, estaba condenado al mal tiempo y, por eso, decidió declarar un día oficial diferente. Una tradición que se ha mantenido vigente hasta la fecha.
La Reina Isabel en un acto con el príncipe Andrés. / Gtres
Este año, el Trooping the colour va a coincidir además con los actos con motivo del Jubileo de Platino de la Reina, una fecha en la que va a celebrar sus siete décadas como jefa del Estado y en la que se esperan importantes eventos, incluida una posible ‘reaparición’ de los duques de Sussex tras su salida de ‘La Firma’.
Sin embargo, hasta que llegue este momento, la agenda de la soberana está siendo bastante reducida, debido a que prefiere ser prudente dado su estado de salud. Aunque la monarca siempre ha podido presumir de una genética privilegiada y una salud bastante buena, en el último año ha experimentado un llamativo bajón. Una cuestión que algunas fuentes atribuyen a la muerte del príncipe Felipe, que ha afectado fuertemente a la Reina, a pesar de que Isabel II se ha mantenido comprometida con su agenda y, de hecho, no tiene intención de abdicar la Corona en su hijo mayor, el príncipe Carlos.
La reina Isabel y el duque de Edimburgo en una imagen oficial. / Gtres
Al igual que hace unos días la Reina Isabel no asistió al servicio religioso con motivo de la Pascua, sí que ha trascendido que estuvo acompañada de su familia, sobre todo, sus nietos y bisnietos. De la misma manera, recibió la visita de los Sussex antes de su marcha a Holanda, un encuentro que, según palabras del príncipe Harry, ha sido estupendo. No tanto la reunión con Carlos y Camilla, que apenas duró unos quince minutos.
Se espera que la monarca disfrute de este aniversario con su círculo más cercano, incluido el príncipe Andrés y que todos los miembros de ‘La Firma’ la feliciten públicamente en los perfiles oficiales de redes sociales.
Este cumpleaños sigue teniendo un tono agridulce para la Reina. Más allá de que eche de menos al duque de Edimburgo, la celebración de su Jubileo de Platino es el momento perfecto para hacer balance de siete décadas de reinado. A día de hoy, la monarca sigue siendo muy popular pero en el momento en el que falte, es probable que la situación pueda afectar de manera intensa a la imagen de la monarquía. De hecho, muchos británicos no acaban de comulgar con el príncipe Carlos y ven en los duques de Cambridge la verdadera esperanza para el resurgimiento de la institución.
Los duques de Sussex con la reina Isabel. / Gtres
La reciente visita de los Sussex y la invitación por parte de la Reina a participar en algunos actos -no oficiales- por el Jubileo puede entenderse como una inteligente estrategia de la monarca, consciente de que una familia dividida puede perjudicar a la Corona, sobre todo, en el caso del ‘enfrentamiento’ entre Carlos y su hijo menor, que en breve hará públicas sus memorias. Un texto que, según las últimas informaciones, hará temblar los cimientos de la monarquía, algo que la Reina quiere evitar a toda costa.