La princesa Sofía de Suecia revela si sus hijos prefieren un hermanito o hermanita

La princesa Sofía de Suecia, quien está esperando a su cuarto hijo junto a su esposo, el príncipe Carlos Felipe, ha compartido recientemente algunos detalles sobre la expectativa de sus hijos respecto al nuevo integrante de la familia. Los tres pequeños, Alexander, Gabriel y Julian, de ocho, siete y tres años, respectivamente, están muy emocionados por la llegada del nuevo hermanito o hermanita, si bien es cierto que han mostrado una preferencia específica sobre el sexo del bebé.

Sofía ha desvelado que los hijos de la pareja quieren otro hermano. «Como la mayoría de los futuros padres estamos encantados. Ha sido una gran alegría. Los niños también están muy contentos y llenos de ilusión. Están encantados de tener un hermanito», han sido sus palabras. Los pequeños de la princesa Sofía y el príncipe Carlos Felipe parecen estar emocionados con la idea de tener, específicamente, otro hermano. Algo que provocaría risas entre sus padres, quienes han aclarado que no tienen preferencias sobre el sexo del bebé. No obstante, hay quienes aseguran que el cuarto embarazo podría estar motivado por el anhelo del matrimonio de tener una niña. 

Fue el pasado mes de septiembre, cuando parecía que la pareja real formada por Carlos Felipe de Suecia y su esposa, Sofía Hellqvist, había cerrado ya su familia, que la casa real sueca anunció que el matrimonio estaba esperando su cuarto hijo. «El príncipe Carlos Felipe y la princesa Sofía tienen el gran placer de anunciar que la princesa espera el cuarto hijo de la pareja. La princesa Sofía está bien y se estima que dará a luz en febrero de 2025. Durante el otoño no se esperan cambios en el programa oficial de la princesa Sofía», rezaba el comunicado. Un anunció en el que recalcaron que, en principio, la nuera del rey Carlos Gustavo mantendrá su agenda sin modificaciones.

Por el momento se desconoce el sexo del bebé, y, al igual que ocurrió con el caso de su hermano y los hijos de Victoria y Magdalena, es muy posible que no se haga público hasta que se produzca el feliz nacimiento. Y lo mismo podría ocurrir con el nombre elegido.