El motivo por el que la Familia Real Británica no se pone el cinturón de seguridad en el coche
Isabel II fue la única persona autorizada en el Reino Unido a circular sin carné
Los más fotografiados sin cinturón han sido Camila y Carlos III

La Familia Real Británica es un símbolo de la nación. Ellos representan la tradición, el buen hacer, el lujo y la excelencia. Cada uno de sus miembros tiene sus cualidades particulares, pero todos ellos son un ejemplo a seguir. Así lo consideran muchos de sus súbditos. El pueblo británico siente una gran admiración por sus royals, pero hay un detalle que estos no deberían copiar de sus soberanos. Los reyes y príncipes, actuales y pasados, como la icónica Lady Di son conocidos por tener un hábito poco o nada recomendable. Este hábito, que ha generado mucha controversia a lo largo de los años, es una omisión vial: no suelen llevar el cinturón de seguridad.
Esta no sólo se ha percibido en los coches oficiales de los soberanos, sino que también se ha visto en sus vehículos privados. Tanto es así que han sido fotografiados en múltiples ocasiones sin portarlo, independientemente de si son conductores, copilotos o pasajeros en la parte posterior del automóvil. Ese incumplimiento de las normas de la seguridad vial ha llevado a los expertos a preguntarse si esta medida se lleva a cabo por algún motivo que las personas externas a la Casa Windsor desconocen.
Lady Di y Carlos III. (Foto:Gtres)
¿Inconsciencia o medida de protección?
Aunque son muchos los que piensan que simplemente ignoran esas medidas preventivas, los expertos han argumentado que podría haber una razón de peso para que no lleven el cinturón. Esta razón sería curiosamente por su seguridad. A pesar de que parece que abrocharse el cinto en sus viajes es la mejor opción, la realidad es otra. Tal y como ha revelado Michael Chandler y como han recogido los medios británicos, renunciar a la retención es una cuestión de protección.


Camila y Carlos III.(Foto:Gtres)
«La principal razón por la que la realeza podría no usar cinturón de seguridad es por razones de seguridad», declaró Chandler a MailOnline. «Como se imaginarán, existe la preocupación de sacar a un miembro de la familia principal de un vehículo lo más rápido posible». Esta necesidad por evacuar los vehículos a gran velocidad si la situación lo requiere ha llevado a que, en lugar de usarlo, lo evitan, ya que el tiempo que necesitarían para soltarlo y salir sería crucial y de suma importancia para salvar sus vidas en caso de emergencia. Unos segundos en los que debatirse entre la vida y la muerte.


Kate Middleton y el príncipe Guillermo. (Foto:Gtres)
Las palabras de Chandler pueden llevar a pensar que la realeza del Reino Unido no usa nunca el cinturón, pero no es así. A pesar de no tener obligación de llevarlo en procesiones organizadas por o para la corona, sí que lo usan. «De hecho, usan el cinturón de seguridad, probablemente mucho más de lo que la gente cree. En las ocasiones en que viajan relativamente rápido por Londres o por autopistas, sin duda lo usan», ha aclarado.


Los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo sin cinturón.(Foto:Gtres)
Kate Middleton y el príncipe Guillermo aseguraron también en una ocasión que sus hijos viajan seguros, aunque han sido vistos asistir a compromisos oficiales sin él. De igual modo ha ocurrido con la princesa Ana, Kate, Guillermo o Camila y Carlos III. Estos últimos son quienes con mayor frecuencia prescinden del cinturón, tanto en su Bentley en Londres como en su Range Rover en Balmoral.


Isabel II y la princesa Ana. (Foto:Gtres)
La petición a una marca de vehículos
La polémica sobre esta omisión aumentó hace unos años cuando el príncipe Felipe de Edimburgo sufriera un grave accidente automovilístico en 2019. Muchos aprovecharon la situación para criticar el detalle del cinturón, o más bien, la ausencia de este cuando conducen o van de pasajeros. Por aquel entonces, el diario The Sun publicó una exclusiva en la que hablaba de cómo la Familia Real no sólo no usaba el cinto, sino que habría pedido a una marca de vehículos, Land Rover, desactivar las alarmas que detectan que no están abrochados.


La reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo.(Foto:Gtres)
Con esto buscarían que no saltara ese molesto ruido cuando el coche está en marcha y detecta que no están atados. La infracción no tiene sanción cuando está justificado; de no ser así, deben cumplir con las leyes británicas como el resto de conductores. Sin ir más lejos, la propia Isabel II tuvo que verse involucrada en una controversia por ello.
Una reina sin carné de conducir
Isabel II fue y es la monarca más longeva, superando a su tatarabuela la reina Victoria. Su mandato ha estado marcado por momentos claves y acciones que fueron mejor o peor recibidas. Ella fue la más criticada por no llevar el cinturón de seguridad, aunque lo que más llama la atención es que nunca obtuvo su permiso de conducir. La madre de Carlos III disfrutó de su ventajoso papel como soberana y se convirtió en la única persona autorizada en el Reino Unido a circular sin carné.


La reina Isabel II al volante.(Foto:Gtres)
La abuela del príncipe Harry disfrutó de la conducción desde que era joven. Se dice que empezó a hacerlo durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque tenía su chofer particular, a la por entonces heredera le gustaba ponerse al volante y le encantaba el mundo del motor. Siempre le apasionó como princesa o como reina tras su coronación el 2 de junio de 1953. Cabe pensar que su ascenso al trono podría haber cambiado o limitado sus viajes en coche, pero no fue así. Casi hasta antes de su fallecimiento en 2022, la monarca siguió haciéndolo.


La reina Isabel II de joven.(Foto:Gtres)
Quien la conoció en las distancias cortas asegura que «conducía sus coches a toda velocidad por Balmoral», así lo confesó su ex secretaria, Samantha Cohen, tras casi dos décadas juntas. Esta añadió que dejaba a los pasajeros con «las caras en blanco» en sus paseos en coche con su Range Rover y su Land Rover a bordo, de los que fue fotografiada en tantas ocasiones, muchas de ellas, por no decir casi todas, sin cinturón, pero disfrutando de la velocidad que tanto le encantaba.