Magdalena de Suecia ya está en Estocolmo: todo lo que se sabe sobre su nueva vida
Magdalena de Suecia ya está de regreso en Estocolmo
Fue este jueves, día 13 de junio, cuando Magdalena aterrizó en la capital de la nación escandinava
Lo hizo en compañía de sus tres hijos en común con Christopher O'Neill -Leonore, Nicolas y Adrienne-, aunque sin rastro de su esposo
Magdalena de Suecia puede respirar tranquila. Un año después de que la Casa Real sueca anunciara que la princesa iba a regresar a su tierra natal, la hija menor de los reyes Carlos XVI Gustavo de Suecia y Silvia, ha deshecho las maletas ya en casa. En concreto, fue este jueves, día 13 de junio, cuando Magdalena tomó un vuelo procedente de Miami, la ciudad en la que ha residido en los últimos años, y aterrizó en Estocolmo. Lo hizo en compañía de sus tres hijos en común con Christopher O’Neill -Leonore, Nicolas y Adrienne-, aunque sin rastro de su esposo.
A su llegada a la capital de Suecia, la duquesa de Hälsingland y Gästrikland y sus vástagos, fueron fotografiados de lo más cómplices y sonrientes, se entiende debido a su regreso a Estocolmo; ataviados de manera informal. Magdalena lucía unos leggings básicos de color negros a juego con un jersey liso y raso, que combinó con unas zapatillas de la firma Nike cuyo modelo no ha trascendido todavía, y un bolso de estilo tote o shopping bag.
Magdalena de Suecia, en Borgholm. (Foto: Gtres)
Fue en junio de 2023 cuando la familia real sueca informó de que la hija menor de los reyes Carlos XVI Gustavo de Suecia y Silvia había tomado la decisión de dejar Florida para instalarse, junto a su marido y sus tres hijos, en Estocolmo. «La princesa Magdalena y su familia se mudarán a Estocolmo en agosto de 2023 y vivirán en su apartamento en los Reales Establos en Estocolmo. La princesa Leonore y el príncipe Nicolas comenzarán la escuela primaria en otoño. La princesa Adrienne comenzará preescolar», rezaba el comunicado enviado por Kungahuset. Sin embargo, la mudanza no ha llegado hasta ahora. ¿Por qué?
Aunque hay varios motivos para que el traslado no se haya llevado a cabo antes, todo apunta a que el principal habría sido el hecho de que Magdalena y Chris no consiguieran vender la mansión que poseen en Miami. Se desconoce por el momento si el matrimonio ha liquidado ya dicha propiedad, si bien las últimas informaciones sobre este tema, fechadas del pasado mes de marzo, señalan que «no hay ningún comprador interesado en la casa que la princesa y su marido» adquirieron en 2018, cuando decidieron dejar Suecia e instalarse de forma definitiva en Florida. El matrimonio, cabe destacar, pagó 30 millones de coronas suecas por la vivienda, unos 2,6 millones de euros, a los que habría que sumar el dinero que se gastaron para reformarla a su gusto.
Magdalena de Suecia y Chris O’Neill, en Estocolmo. (Foto: Gtres)
Con su regreso a Suecia, se espera que Magdalena gane peso en la agenda real del país, pues bien es cierto que hasta ahora, la distancia había hecho imposible que la princesa desarollara sus quehaceres al frente de la Corona como octava en la línea de sucesión al trono. En el lado contrario estará Chris O’Neill, quien continúa centrado en su faceta empresarial. El natural de Londres, cabe recordar, renunció a cualquier estatus real al contraer matrimonio con la princesa Magdalena, precisamente para focalizarse en sus negocios.
La casa de Magdalena de Suecia y Christopher O’Neill en Estocolmo
Aunque no han trascendido demasiados detalles acerca de la vuelta de Magdalena de Suecia y Christopher O’Neill a Estocolmo, si se conoce cuál podría ser su nueva casa en la nación escandinava. Se trata de una vivienda de doce habitaciones, ubicada a tan solo 9 kilómetros del centro de Estocolmo, conocida como Villa Loviseberg, que cuenta con una pista de tenis, establos, casa para invitados y garaje para hasta tres coches. Edificada en 1860 en el parque del Palacio Real de Ulriksdal y decorada con un llamativo color amarillo, el domicilio fue el hogar de los amigos íntimos de los reyes suecos Hans Eric y Eva Benita Brodin, que vivieron allí durante más de 40 años, hasta que decidieron venderla en 2021.
El comprador de entonces fue la Junta Nacional de la Propiedad de Suecia, que pagó 59 millones de coronas suecas (5,2 millones de euros). Esto significa que la residencia es ahora propiedad estatal y que Carlos XVI Gustavo tiene el absoluto derecho de decidir quién puede instalarse ahí.