Letizia recupera su look low cost más vibrante para el Premio Cervantes

Cierre de agenda para doña Letizia con uno de los actos más importantes para la Casa Real. Los Reyes han viajado hasta la localidad valenciana de Oliva para hacer entrega del Premio Cervantes 2020 al poeta y académico Francisco Brines. Ha sido en la casa del galardonado, de 89 años, después de que el delicado estado de salud del autor y la pandemia impidieran que recibiera el galardón el pasado 23 de abril en Alcalá de Henares.

En esta ocasión, Sus Majestades han estado acompañados por el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes. Este ha sido el segundo año consecutivo en que la ceremonia de entrega del premio más importante de la Literatura Española no ha podido celebrarse como tal. El pasado año tuvo que suspenderse por la pandemia, aunque en el mes de diciembre los Reyes viajaron a Barcelona para entregarle el premio a Joan Margarit, que fallecía apenas dos meses después. Fue precisamente él quien encabezó en abril del pasado año la lectura virtual de El Quijote en la que participaron la princesa de Asturias y la infanta Sofía en pleno confinamiento.

Los Reyes, en Oliva para entregar el Premio de Literatura en Lengua Castellana “Miguel De Cervantes” 2020 a Francisco Brines https://t.co/f4fQpYA2v0 pic.twitter.com/hFpCYBqxtP

— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) May 12, 2021

Para esta cita, Doña Letizia ha recuperado de su armario un vibrante conjunto en color rojo anaranjado que estrenó durante un viaje a Buenos Aires. Una combinación de pantalón de corte fluido y blusón con bajo asimétrico y manga larga de Zara, que ha conjuntado con zapatos de salón destalonados de Carolina Herrera en color nude y una cartera de mano firmada por Ángel Schlesser que guarda en su armario desde hace años. Como joyas, ha apostado por los pendientes de aro dorados que evocan las formas del bambú y su inseparable sortija dorada de Karen Hallam. En cuanto al look beauty, ha apostado por recoger el cabello en un moño alto que dejaba su rostro despejado.

Francisco Brines es uno de los últimos representantes vivos de la generación del 50 y además, defensor de la poesía como ejercicio de tolerancia. El jurado le otorgó el premio al autor por “su obra poética que va de lo carnal y lo puramente humano a lo metafísico, lo espiritual, hacia una aspiración de belleza e inmortalidad. Es el poeta intimista de la generación del 50 que más ha ahondado en la experiencia del ser humano individual frente a la memoria, el paso del tiempo y la exaltación vital”. “Francisco Brines es uno de los maestros de la poesía española actual y su magisterio es reconocido por todas las generaciones que le suceden”, destacan desde el jurado.

Con esta cita junto a don Felipe, la Reina da por finalizada su agenda oficial en una semana en la que los premios literarios han acaparado gran parte del tiempo. Será el viernes cuando se conozca la lista de actividades previstas para la familia real en los próximos días.