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El estreno de la última temporada de The Crown ha traído al presente algunos de los episodios más polémicos de la vida de la Familia Real Británica. Una temporada que llega apenas dos meses después de la muerte de la Reina Isabel y en los comienzos de la nueva era de Carlos III, al que no le queda otro remedio que observar con resignación cómo algunas de las etapas más complicadas de su vida vuelven del pasado y ponen en jaque la estabilidad de su reinado. Después de más de medio siglo a la sombra de su madre, al nuevo rey le ha llegado su turno y lo hace junto a la mujer a la que siempre ha amado, que además será coronada como reina por expreso deseo de la anterior monarca. Una realidad que hace tres décadas se antojaba impensable, en medio de la vorágine mediática que se desató entre Carlos y Diana y que ahora ha resucitado la ficción.
Lady Penny en una imagen de archivo.
Sin embargo, la guerra de la anterior princesa de Gales con ‘La Firma’ no es el único episodio dramático que repasa esta temporada, una de las que más expectación ha generado y que, por curioso que resulte, hace que, de alguna manera, la Reina Isabel pase a un ‘segundo plano’ -si es que esto, en realidad es posible-.
Uno de los personajes que más destaca en esta temporada es el de Lady Penny Knatchbull. Esta aristócrata se convierte en una de las personas más cercanas al duque de Edimburgo, de hecho, la pudimos ver en abril de 2021 en su funeral en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, porque a lo largo de los años ha sido uno de los grandes apoyos del marido de la Reina Isabel. Una amistad de la que se ha hablado mucho, al igual que de las posibles infidelidades por parte del Príncipe, que la monarca zanjó con aquella mítica frase en la que aseguraba que “a su marido le pedía lealtad, no fidelidad”, consciente de todos los sacrificios que el duque de Edimburgo tuvo que hacer para estar a su lado, como no poder dar a sus hijos su apellido, ni continuar con su carrera militar.
Lady Penny con la Reina Isabel en una imagen de archivo.
Pero más allá de la relación entre Lady Penny y el príncipe Felipe -que se convirtieron en compañeros inseparables en un deporte tan peculiar como la conducción de carruajes de caballos-, uno de los episodios más dramáticos que aborda la ficción y que contribuyó en parte a que se estrechara la amistad entre ambos fue la muerte de la hija de la aristócrata: Leonora Knatchbull. La pequeña era hija menor de Penelope Knatchbull, la condesa Mountbatten de Birmania, y Norton Knatchbull, tercer conde Mountbatten de Birmania. El matrimonio se había casado en el año 1979, con el entonces príncipe de Gales como padrino, ya que tenían un fuerte vínculo con la Familia Real, precisamente a través del duque de Edimburgo. Norton Knatchbull era nieto de Lord Mountbatten, tío del príncipe Felipe, fallecido en un atentado del IRA.
Lady Penny con su hija Leonora.
Dados los vínculos familiares, los Lady Penny, su marido y sus hijos pasaron mucho tiempo con la Familia Real, de hecho, en varias ocasiones se les pudo ver en el Trooping the Colour, la tradicional celebración del cumpleaños del soberano en el mes de junio o compartiendo vacaciones de verano. A esto hay que sumar que los entonces príncipes de Gales, Carlos y Diana, eran los padrinos de Leonora.
Fue precisamente durante unas vacaciones en Mallorca en el año 1990 cuando la pequeña Leonora, que entonces tenía cuatro años, comenzó a encontrarse mal. A su vuelta en el Reino Unido le diagnosticaron un tumor en el riñón. A pesar de que se la sometió a varios tratamientos médicos y que mejoró por temporadas, nada se pudo hacer por la pequeña, que falleció apenas un año después, en octubre de 1991. Un dramático episodio que afectó mucho a la familia.
Leonora fue enterrada en la finca de su familia de Broadlands, cerca de la ciudad de Romsey. Un lugar en el que la Reina Isabel y el duque de Edimburgo pasaron parte de su luna de miel. En el año 1994 sus padres crearon el Fondo de Cáncer Infantil Leonora en memoria de la pequeña que, como era de esperar, contó con todo el apoyo de la Corona.