Infanta Cristina: así está viviendo la ciudad de Ginebra la crisis sanitaria

España se enfrenta a uno de los momentos más delicados de la historia reciente. El país se encuentra en estado de alarma desde hace algo más de una semana debido a la fuerte crisis sanitaria provocada por la expansión del coronavirus. Una situación que no solo ha provocado que el Ejecutivo ordene el confinamiento de la población en su domicilio, sino que también ha llevado a la intervención del rey Felipe.

Hace apenas unos días, el monarca se dirigía a los españoles en un discurso inédito por las especiales circunstancias. Un mensaje en el que don Felipe instaba a la población a no perder la esperanza mientras que insistía en se trataba de una situación absolutamente excepcional, de la que confía lograremos salir: “Este virus no nos vencerá. Al contrario. Nos va a hacer más fuertes como sociedad. Una sociedad más comprometida, más solidaria, más unida”, dijo el monarca en su alocución

El discurso del Rey se producía al tiempo que la reina Letizia guardaba cuarentena después de haberse visto expuesta a una posibilidad de contagio tras confirmarse el positivo de Irene Montero y como medida de precaución pese a haberse sometido a una prueba cuyos resultados han sido negativos.

Por ahora, la situación en España sigue siendo crítica y desde la Casa de Su Majestad se están haciendo todos los esfuerzos posibles para paliar esta circunstancia. Gracias a la relación de don Felipe con el fundador de la web Alibaba, Jack Ma, han empezado a llegar a España nuevos suministros sanitarios para paliar la crisis, como mascarillas fundamentalmente.

Al margen de todas estas circunstancias, una de las primeras cuestiones que se plantearon al inicio de esta grave crisis fue el cierre de los centros sanitarios, así como de otro tipo de actividades dependientes del Estado. En este capítulo se abarcan las visitas a los centros penitenciarios y las labores de voluntariado de los presos, algo que afecta a Iñaki Urdangarin.

El marido de la infanta Cristina, que estaba a punto de ampliar su régimen de semilibertad sin llegar a la categoría de segundo grado, ha visto truncadas sus salidas al Hogas Don Orione y la posibilidad de pasar tiempo con su familia en fines de semana alternos , así como en las visitas en la prisión de Brieva, donde cumple condena por la sentencia del caso Nóos.

Sin embargo, la alerta sanitaria no solo ha afectado al exdeportista. La Infanta, que tiene fijada su residencia habitual en la ciudad suiza de Ginebra también ha tenido que modificar sus rutinas. Es cierto que en estos momentos el país no se encuentra en la misma situación de alarma que España, sino que Suiza no está tan afectado por el coronavirus, pero las restricciones ya han comenzado a aplicarse.

El Ejecutivo tomó hace varios días la decisión de prohibir todo acontecimiento público con más de mil asistentes para evitar la propagación del coronavirus, lo que ha implicado la cancelación de algunas de las citas más importantes del país como el Salón del Automóvil de Ginebra, el Carnaval de Basilea o los partidos de la liga local. En estos momentos, Suiza se encuentra en el noveno puesto del ránking mundial de países afectados del planeta, con ocho mil afectados y un centenar de fallecidos.

Aunque se desconoce si la infanta Cristina está teletrabajando o no, lo que sí sabemos es que la organización del Aga Khan, con la que colabora la hija menor de don Juan Carlos y doña Sofía, está llevando a cabo una importante labor contra el coronavirus a través de sus distintos centros. A esto hay que añadir que Pablo, hijo mediano de Iñaki y doña Cristina, ha tenido que interrumpir los entrenamientos con el HBC Nantes de balonmano hasta que termine la alerta sanitaria y previsiblemente haya regresado al hogar familiar de Ginebra, al igual que ocurre con Juan, que se encontraba estudiando en el Reino Unido.