HABLAMOS CON UN EXPERTO

El agridulce triunfo de la nueva princesa de los belgas

Delphine Boël ya ha sido declarada por la Justicia como hija legítima del exrey Alberto, con todo lo que esta decisión implica, aunque no se trata de una victoria en todos los ámbitos.

Delphine Boël
Delphine en una imagen de archivo / Gtres
  • Andrea Mori
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Delphine Boël lo ha conseguido. Después de una intensa batalla de más de siete años, la hoy reconocida hija del exrey Alberto es princesa de pleno derecho. Así lo ha confirmado el Tribunal de Apelación de Bruselas, que ha decidido que la artista reciba el apellido Sajonia-Coburgo Gotha, el título de princesa de Bélgica y el tratamiento de Alteza Real. Una decisión que no pilla a nadie por sorpresa, sobre todo después de que el pasado mes de enero el propio rey Alberto admitiera la paternidad de Delphine en un comunicado oficial.

Delphine Boël

Delphine Boël en una imagen de archivo / Gtres

Son muchas las incógnitas que deja esta decisión por parte de la Justicia y que irán clarificándose en las próximas semanas. No solo Delphine recibe este nuevo estatus, sino también sus hijos, Joséphine y Oscar, de dieciséis y doce años, pero no queda claro si la artista obtendrá una asignación oficial por parte de la Casa Real o si empezará a participar en algunas actividades oficiales.

Look se ha puesto en contacto con uno de los mayores especialistas en la Familia Real de Bélgica, que ha seguido muy de cerca el caso de Delphine desde que en 1999 se publicara una biografía no autorizada de la reina Paola. Wim Dehandschutter mantiene que en estos momentos Delphine tiene sentimientos encontrados: “por un lado, está feliz porque por fin ha conseguido aquello por lo que ha luchado tantos años pero, por otro, está triste, ya que el rey Alberto no muestra ningún tipo de respeto por ella”, sostiene el especialista. “Una victoria judicial nunca podrá sustituir al amor de un padre, pero ofrece cierta sensación de justicia”, ha asegurado la artista a través de sus abogados.

Rey Alberto de Bélgica

El rey Alberto II de Bélgica nunca quiso reconocer a Delphine / Gtres

Fue el pasado 10 de septiembre cuando finalmente se celebró la vista para determinar el nuevo estatus de la hija de la baronesa Sybille de Sellys Longchamps. Aunque en principio no se esperaba que el Tribunal manifestase su decisión hasta finales de octubre, por circunstancias que se desconocen se ha adelantado el veredicto. Y es que la historia de Delphine acumula ya numerosos capítulos.

Matilde de Bégica

Delphine podría querer formar parte de las actividades oficiales . / Gtres

Si en un primer momento declaraba que su lucha no era ni por dinero ni por estatus, meses atrás cambiaba de idea y exigía al juez tanto el título de princesa como el apellido familiar, así como los mismos privilegios que los demás hijos del exmonarca: una vivienda y una paga del Estado. Aunque se esperaba que a Delphine se le concediera el apellido familiar, no tanto el título de princesa, ya que en 2015, el actual rey modificó la legislación para que solo los hijos de reyes en el trono y sus nietos pudieran ostentar este título, como medida para reducir la Familia Real.

Alberto de Bélgica

El rey Alberto de Bélgica en una imagen de archivo / Gtres

Es cierto que esta es una gran victoria para la artista, a pesar de que se desconoce si logrará obtener todo lo que ha reclamado, ya que su integración en la familia es compleja: “las próximas semanas y meses van a ser emocionantes. Veremos cómo la familia reacciona a la nueva princesa. No creo que la inviten a las actividades oficiales, pero tampoco es algo que ella haya pedido”, resalta el especialista.  Sin embargo, dada la trayectoria de la artista, todo puede cambiar: “ella podría cambiar de opinión y solicitar que la incluyan en la familia”, afirma Wim Dehandschutter.

Algo que no debería extrañarnos si tenemos en cuenta los numerosos desplantes del rey Alberto hacia ella. Por ejemplo, en 1999, cuando se supo de su existencia, la ignoró; en 2013 no quiso hacerse la prueba de ADN y en enero de este año, cuando se ratificó el resultado, emitió un comunicado en el que la acusaba de haber sido quien había iniciado este doloroso procedimiento, por no hablar de que negó cualquier vínculo, cuando existían fotos de ellos juntos en los primeros años de vida de Delphine. Por todos estos motivos queda claro que Delphine Boël ha ganado una pequeña batalla, pero queda pendiente la victoria que realmente quería conseguir. Una victoria tan difícil que implica sentimientos y emociones que rara vez se pueden alterar.

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