Andrés Mountbatten-Windsor, solo en Navidad: plantón de sus hijas en su momento más difícil
Andrés pasará la Navidad en el Royal Lodge, lejos de su familia
Todavía no se ha confirmado la fecha en la que se llevará a cabo su traslado
Andrés Mountbatten-Windsor afronta la Navidad más amarga de su vida. De ser el hijo preferido de la Reina Isabel II y un héroe nacional tras la Guerra de las Malvinas se ha convertido en mucho más que la oveja negra de la familia real. Los últimos años los ha pasado condenado al ostracismo y sin agenda oficial por su vinculación con el caso Epstein y la denuncia de Virginia Giuffre, pero lo que no esperaba era que, a sus casi 66 años han provocado la retirada de todos sus títulos y honores y el desalojo de la casa en la que tenía pensado estar hasta el final de sus días.
Es en este escenario en el que el hermano del rey Carlos III va a pasar las fiestas navideñas. Su mudanza a los terrenos de Sandringham aún no se ha confirmado, pero ya se están ultimando los detalles. Muchas de sus pertenencias se van a guardar en un almacén porque su nuevo hogar nada va a tener que ver con la impresionante mansión a la que lleva acostumbrado los últimos años.

Andrés Mountbatten-Windsor en un acto oficial. (Foto: Gtres)
El Palacio de Buckingham no ha anunciado ni la fecha en la que Andrés saldrá de Windsor ni el lugar concreto en el que se instalará, pero todo apunta a que Marsh Farm será su nuevo hogar. Una casa destartalada que necesita una reforma ugente y que ya ha sido incorporada a la zona de exclusión por cuestiones de seguridad. Porque, aunque Andrés haya sido apartado del todo de la actividad oficial y no tenga títulos ni honores, no deja de ser el hermano del rey Carlos III.
Apartado por sus hijas
Aunque su nuevo hogar será en los terrenos de Sandringham, Andrés no ha sido invitado a pasar la Navidad con la familia real. Carlos es consciente de que tiene que marcar distancia con él, al menos de manera oficial. El monarca se encuentra en una encrucijada porque es una persona muy religiosa a la que su conciencia no le permite dejar de lado a su hermano. Por eso se va a encargar de que pueda tener una casa y lo suficiente para vivir. Eso sí, con un perfil bajo y sin grandes dispendios. Al ex príncipe no le quedan fuentes de ingresos más allá de una pequeña pensión por su papel militar.




Andrés en el interior de un vehículo. (Foto: Gtres)
Andrés no será el único gran ausente en las celebraciones navideñas de los Windsor, sino que las princesas Eugenia y Beatriz tampoco estarán. Las sobrinas del rey cuentan con su total apoyo, pero para ellas están siendo momentos complicados y prefieren no estar en el foco. Algo que no resulta posible si acuden al servicio religioso el día de Navidad. Por eso, tanto Beatriz como Eugenia han apostado por otros planes. Eso sí, no serán con sus padres.
Aunque la princesa Beatriz invitó a Sarah Ferguson y al ex duque al bautizo de su hija menor, algunas fuentes aseguran que sigue molesta con su padre por todo lo que ha ocurrido y por eso prefiere poner algo de distancia. Esto implica que Andrés pasará la Navidad en solitario en un Royal Lodge cada vez más vacío y sin el apoyo familiar que tanta falta le hace.
La compleja situación de Sarah Ferguson
Sarah Ferguson ha sido otra de las grandes perjudicadas por el escándalo, pero también directamente implicada por su relación con Epstein. A diferencia de Andrés, Sarah no es miembro de la familia real y, por tanto, Carlos III no se va a ocupar de proporcionarle un hogar. Tampoco se espera que permita que resida junto a su hermano en la casa que el monarca elija para él en los terrenos de Sandringham.




Sarah Ferguson en un acto reciente con Andrés. (Foto: Gtres)
A lo largo de los últimos años Sarah Ferguson ha sido el mejor apoyo de Andrés. Sin embargo, según algunas fuentes, en los últimos tiempos se han incrementado las tensiones con ella. No tanto porque esté dispuesta a ponerse en contra del que fuera su marido, sino porque necesita encontrar fuentes de financiación para afrontar los costes diarios de su vida. Esto podría implicar escribir un libro que haría que el del príncipe Harry pareciera algo insignificante.