Iñaki Urdangarin, el último frente abierto del rey Felipe
El marido de la infanta Cristina está cada vez más cerca de saldar sus cuentas pendientes con la Justicia y recuperar la libertad.
No ha sido un año fácil para el rey Felipe. Al margen de la complicada situación que ha provocado la crisis sanitaria, el jefe del Estado se ha tenido que enfrentar a un importante conflicto de índole institucional que le ha puesto más a prueba que nunca. Las informaciones relacionadas con los presuntos negocios opacos del rey Juan Carlos llevaban al monarca a confirmar públicamente que había renunciado a la herencia de su padre, en nombre propio y de la princesa de Asturias y que le retiraba a don Juan Carlos su asignación anual. Un anuncio que se producía en los comienzos de la pandemia, pero que suponía también el inicio de una serie de acontecimientos que han llevado a la salida del exjefe del Estado del que ha sido su hogar los últimos cuarenta años.
Todas las cuestiones relacionadas con el Rey Juan Carlos han supuesto un quebradero de cabeza para don Felipe /Gtres
Don Juan Carlos abandonaba España a principios del mes de agosto con destino a Emiratos Árabes, donde permanece hasta ahora. En noviembre, ante la investigación abierta por la Fiscalía sobre su relación con el uso de unas tarjetas black con fondos procedentes del empresario mexicano Allen Sanginés Krause, así como a las comisiones del AVE a La Meca, el equipo de abogados del exrey confirmaba que se había regularizado la situación con el pago de una cantidad cercana a los 700.000 euros. Una maniobra que se podía ver como una estrategia para facilitar la vuelta de don Juan Carlos a España de cara a la Navidad, aunque finalmente se confirmó que, debido al avance de la pandemia y por precaución, el exmonarca permanecería fuera del país. Poco después el programa de Telecinco “Viva la vida” publicaba la primera instantánea en meses del padre de Felipe VI. Una impactante imagen en la que se veía al rey Juan Carlos en uno de los puertos deportivos de Abu Dabi, con mascarilla y cabizbajo, ayudado en todo momento por dos escoltas.
En su mensaje de Navidad, el rey Felipe hacía una alusión a la situación del anterior monarca. A pesar de que no se refería de manera directa a don Juan Carlos, al final de su mensaje, el actual jefe del Estado aseguraba aludió a los principios morales que obligan a todos por igual: “en 2014, en mi Proclamación ante las Cortes Generales, me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas. Unos principios que nos obligan a todos sin excepciones; y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares”. Una alusión directa a la conducta del anterior monarca quien, años atrás había hecho lo mismo respecto a Iñaki Urdangarin, cuando estalló el Caso Nóos.
Aunque ahora es don Juan Carlos quien se encuentra en el punto de mira y centra gran parte de la preocupación de don Felipe, lo cierto es que, en los próximos meses, el monarca podría tener que enfrentarse a un nuevo dilema. Tal como se ha publicado, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha determinado que al marido de la infanta Cristina se le aplique el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, lo cual supone que disfrute de un régimen que se asemeja al de tercer grado. Esto implica que, Urdangarin deberá cumplir con el resto de la pena según un plan elaborado por Prisiones y que, junto a sus salidas diarias para ir a trabajar, incluirá su participación en el nuevo programa de reinserción de delincuentes económicos (PIDECO) que se ha puesto ya en marcha desde el ministerio del Interior. En esta nueva situación, el cuñado de Felipe VI podrá salir a diario a trabajar con la institución con la que lleva colaborando más de un año, el Hogar Don Orione. Una vez concluida su jornada tendrá que regresar a dormir al Centro de Reinserción de Social de Alcalá de Henares y no se contempla que pase los fines de semana fuera, salvo uno al mes, que tendrá de permiso.
Desde Instituciones Penitenciarias han optado por reconocer esta opción para el exduque de Palma después de que la Junta de Tratamiento de la prisión de Brieva hubiera propuesto la posibilidad de concederle el tercer grado o régimen abierto. Esta opción le habría permitido tener que ir solo a dormir de lunes a jueves. Sin embargo, desde Prisiones se ha optado por que el exdeportista permanezca el segundo grado, pero aplicándole el articulo 100.2 del Reglamento Penitenciario, lo que le permitirá disfrutar de una parte de los beneficios penitenciarios de la semilibertad.
Iñaki Urdangarin lleva más de un año como voluntario en el Hogar Don Orione / Gtres
Estaba previsto que a principios de esta semana, el exdeportista se trasladara a su nueva residencia, pero la borrasca Filomena ha provocado cambios en sus planes. Era el miércoles cuando el marido de la infanta Cristina llegaba al centro madrileño para iniciar esta nueva etapa. El temporal no solo ha afectado a los planes de Urdangarin, sino que también lo ha hecho a la institución con la que colaboraba hasta ahora. Según han confirmado fuentes directas del Hogar Don Orione, la borrasca ha causado graves destrozos en las instalaciones, que se estiman en más de 60.000 euros. Por ahora no se sabe si el exduque de Palma retomará su actividad en Don Orione no como un voluntario más, sino ya como trabajador y acudiendo a diario, pero su abogado, Mario Pascual Vives, ha confirmado que se espera que en esta nueva etapa disponga de un trabajo y un sueldo. Tampoco se tiene información sobre el posible régimen de visitas, aunque el yerno del rey Juan Carlos podrá salir un fin de semana al mes.
Esta situación abre un nuevo frente de cara al Rey. Hace ya casi tres años, cuando la infanta Cristina zanjó sus cuentas pendientes con la Justicia volvió a Zarzuela por la puerta grande, acompañada de sus hijos y en el cumpleaños de la reina Sofía, donde posó junto al rey Felipe y doña Letizia por primera vez desde el estallido del Caso Nóos. Ahora que el exdeportista empieza a ver la luz y va cumpliendo con su condena, no existe en realidad motivo aparente para que no pueda producirse un reencuentro con los Reyes, aunque sea a título privado, ya que el núcleo central de la Familia Real se ha reducido de manera considerable. La cuestión ahora es si don Felipe y doña Letizia abrirán los brazos al exduque una vez cumpla su condena como gesto de apoyo a las segundas oportunidades o si, por el contrario, mantendrán el ‘cordón sanitario’ que implantaron al inicio del escándalo.