EXCLUSIVA: La verdad detrás de la ausencia de Iñaki Urdangarin en Don Orione
El cuñado de Felipe VI no ha podido asistir a la primera de sus citas semanales con el Hogar Don Orione por un contacto de riesgo con un funcionario que ha dado positivo en coronavirus.
Llamativa ausencia de Iñaki Urdangarin en una de sus citas semanales imprescindibles: sus jornadas de voluntariado en el Hogar Don Orione en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Aunque estaba previsto que el cuñado de Felipe VI asistiera hoy al centro, el exdeportista no lo ha hecho, lo que ha despertado todas las alarmas. Fuentes consultadas por este digital han revelado que el motivo de la ausencia de Urdangarin no es otro que haber estado en contacto estrecho con un miembro del personal de la prisión de Brieva que ha dado positivo en coronavirus. Una información que, de momento, no han confirmado ni desde la propia cárcel ni desde Instituciones Penitenciarias. Ante esta situación, el marido de la infanta Cristina debería guardar cuarentena preventiva, someterse a una prueba de diagnóstico y no podría retomar sus actividades como voluntario hasta, al menos, el día 21 de diciembre.
Iñaki Urdangarin en una imagen de archivo en Don Orione / Gtres
Un nuevo golpe para el exduque de Palma de Mallorca que entronca con Felipe VI quien, à principios de diciembre y salvando las distancias, también tuvo que guardar cuarentena preventiva tras haber estado en contacto con alguien de su círculo más íntimo que había dado positivo en covid-19. El monarca se sometió a la preceptiva prueba de diagnóstico y aunque se hizo público que el resultado había sido negativo, tomó precauciones y no retomó su agenda pública hasta diez días después del contacto de riesgo.
Hace unas semanas la Junta de Tratamiento de la cárcel de Brieva propuso por unanimidad la concesión del tercer grado a Iñaki Urdangarin, pero aún está pendiente que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias analice la situación para tomar la decisión final. Esta decisión supondría para Urdangarin, además de los cuarenta y ocho días de permiso anuales de los que puede disfrutar, la salida de todos los fines de semana. Desde la junta proponen que el exduque cumpla la condena de tercer grado en la misma cárcel en la que está interno y no en un Centro de Inserción Social. En el mes de septiembre, la Audiencia Provincial de Baleares, decidió revocar la posibilidad del tercer grado penitenciario a Urdangarin al estimar los recursos de la Fiscalía contra las decisiones del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Valladolid. Este juzgado le concedió primero una flexibilización del segundo grado para salir un fin de semana al mes y le clasificó unas semanas después en tercer grado. Ahora, la petición del marido de la infanta Cristina ha vuelto la Junta de Tratamiento, que ha decidido volver a proponer el tercer grado y se encuentra a la espera de confirmación.
Urdangarin en una imagen de archivo las pasadas navidades con la infanta Cristina / Gtres
Hace apenas unos días, el exdeportista se perdía el cumpleaños de su hijo mediano, Pablo, el único de sus hijos que está siguiendo sus pasos en el mundo del balonmano. El joven, que tras pasar por varios equipos en Alemania y Francia se ha instalado en Barcelona tras la estela de su padre, celebró su entrada en los veinte con una discreta fiesta en el Palacio de la Zarzuela, a la que no faltaron su madre y su tía, la infanta Elena, su abuela, doña Sofía y algunos de sus primos.
De momento se encuentra a la espera de que se le confirme el tercer grado / Gtres
Las últimas semanas están siendo especialmente complicadas para los miembros de la familia Borbón. El escándalo de las ‘tarjetas black’ ha salpicado a varios de los familiares del rey Juan Carlos, especialmente a sus hijas y a dos de sus nietos. A pesar de que don Juan Carlos ha saldado su deuda con Hacienda y así lo ha confirmado su equipo legal a través de un comunicado, parece que por ahora las investigaciones siguen abiertas y no queda claro si finalmente el exmonarca regresará o no a Madrid por Navidad. Algo que sería su deseo y para lo que se estarían buscando todas las alternativas posibles.