La mayor ilusión de Ana Obregón antes de dar la bienvenida al Año Nuevo
El 2022 no ha sido nada fácil para Ana Obregón. Después de haber tenido que despedirse tristemente de su hijo y de su madre, fue durante el pasado mes de septiembre cuando el padre de la protagonista de Ana y los 7 fallecía a los 96 años de edad, dejando así a la presentadora sin pilares fundamentales, en lo que a lo familiar se refiere, en los que apoyarse. No obstante, si algo ha demostrado la madrileña en todo este tiempo es su poder de resiliencia, convirtiéndose en todo un ejemplo a seguir para sus fans.
Ana Obregón en un photocall del evento de La Cabine
Es por ello que, lejos de optar por quedarse en casa durante esta Navidad, la actriz ha decidido convertirse en una de las encargadas de dar la bienvenida al Año Nuevo de la mano de Los Morancos en Televisión Española, cadena que ha confiado en ella durante tres temporadas consecutivas. Pese a no haber podido dar las Campanadas hace doce meses a consecuencia de un contagio por covid, Ana parece haber cargado pilas para volver a la primera plana televisiva con más fuerza que nunca. Algo que ha demostrado durante su última aparición pública, la cual ha tenido lugar durante este mismo mediodía en el Salón Neptuno del Hotel Westin Palace de Madrid con motivo del evento organizado por La Cabine, marca de la que Obregón es embajadora. Una velada perfecta en la que la protagonista en cuestión ha lucido sus mejores galas para hablar posteriormente de los planes que tiene previstos de cara a los próximos y festivos días: “El año pasado teníamos ya el vestido, habíamos rodado la promo… Ahora, cuando vuelva del lugar al que me voy, me voy a meter en casa sola con mascarilla y no me voy a mover hasta el día 31 que me lleven a la Puerta del Sol, donde espero que estéis todos. Este año creo que van a ser unas Campanadas históricas que van a reflejar un poco qué vivimos el ser humano, porque la vida es agridulce, hay sonrisas y lágrimas y eso es lo que se va a vivir”, comenzaba explicando, eso sí, sin dejar de lado a la que fuera su compañera, Anne Igartiburu: “Yo la adoro, la voy a echar muchísimo de menos, pero ella ya ha creado historia en las Campanadas. Es una gran profesional y sobre todo una gran persona, y eso es lo importante”, zanjaba, visiblemente emocionada aunque muy segura del trabajo que ha hecho la vasca durante casi dos décadas.
Ana Obregón en un photocall del evento de La Cabine
Por otro lado, Ana también ha tenido oportunidad de hacer referencia al libro que está escribiendo y que tiene a su hijo como figura clave: “Estoy encerrada en casa, llevo cuatro meses escribiendo y es un homenaje a mi hijo”, aseguraba, muy contenta por lo que está por venir aunque sin olvidar todo lo vivido y lo duro que ha sido desprenderse de las personas a las que más ha querido.