Borja Thyssen: el arte como herencia de la amistad entre Tita Cervera y Pilar de Borbón
El legado artístico de Borja Thyssen ha sido un tema recurrente en la crónica social de nuestro país en los últimos tiempos
No tanto, erróneamente, el tejido de relaciones que han conectado a la familia Thyssen con el mundo de la cultura en España
Existe una historia poco conocida pero profundamente significativa en la trayectoria profesional de Borja Thyssen
El legado artístico de Borja Thyssen ha sido un tema recurrente en la crónica social de nuestro país en los últimos tiempos. No tanto, erróneamente, el tejido de relaciones personales y familiares que, a lo largo de las décadas, han conectado a la familia Thyssen con el mundo de la cultura en España, y que habrían ayudado al hijo del baron Thyssen y de Carmen Cervera a convertirse en un coleccionista en activo que engrosa cada día su patrimonio artístico, más allá de los los 55 folios que componen el contrato de arrendamiento de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza para su exposición pública en el Museo Nacional que lleva su nombre (y el de su madre).
Y digo erróneamente porque, al margen de los grandes titulares, existe una historia poco conocida pero profundamente significativa en la trayectoria profesional de Borja Thyssen: la estrecha amistad que unió a la infanta Pilar de Borbón, hermana mayor del Rey Juan Carlos I, con Carmen Cervera, más conocida como la baronesa Thyssen. Esta relación, forjada en torno a una pasión compartida por el arte, no solo marcó a sus protagonistas, sino que dejó una impronta duradera en el panorama cultural español y en el primogénito de la natural de Barcelona.
Borja Thyssen y Blanca Cuesta en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. (Foto: Gtres)
La infanta Pilar de Borbón era una figura singular en la Casa Real española. Conocida por su carácter cercano y espontáneo, además de su compromiso con causas sociales y culturales, Pilar se convirtió en una de las personalidades más queridas de la Familia Real. Su interés por el arte no era meramente protocolario; desde joven, Pilar demostró un profundo aprecio por la pintura, la escultura y otras formas de expresión artística. Este interés la llevó a involucrarse activamente en la promoción cultural, desempeñando un papel clave en diversas instituciones, entre ellas el Museo Thyssen-Bornemisza, donde llegó a ejercer de patrona y a presidir la asociación Amigos del Museo durante años. Todo ello, profundamente influenciada también por su esposo, Luis Gómez-Acebo.
La amistad entre Pilar y Carmen Cervera surgió en un contexto en el que sus respectivos maridos también compartían una afinidad. Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, barón y coleccionista, había entablado una relación cercana con Luis Gómez-Acebo durante el proceso de negociación para trasladar su colección a España. Tanto, que el marido de Doña Pilar entró a trabajar en el equipo directivo del museo en su apertura. Por su parte, la infanta Pilar, siempre dispuesta a apoyar iniciativas culturales, especialmente en tiempos en los que la figura de Carmen Cervera, como extranjera y coleccionista en un país en proceso de modernización, necesitaba legitimidad y apoyo; se convirtió en una de las aliadas más importantes de los Thyssen en este empeño, que culminó con la instalación de la colección en Madrid en 1992.
El barón y la baronesa Thyssen, Pilar de Borbón y Luis Gómez-Acebo en el Museo Thyssen. (Foto: Gtres)