La fecha que cambió el legado de los Thyssen para siempre: 10 de octubre
El 10 de octubre se ha convertido en una fecha clave para los Thyssen-Bornemisza
Este día marca el enlace matrimonial entre Borja Thyssen, hijo de la baronesa Carmen Cervera, y Blanca Cuesta
El enlace tuvo lugar en 2007 y ha dejado una huella en el legado de una de las dinastías más importantes de Europa
El 10 de octubre se ha convertido en una fecha clave en la historia de una de las dinastías más importantes de Europa: los Thyssen-Bornemisza. Este día marca el enlace matrimonial entre Borja Thyssen, hijo de la baronesa Carmen Cervera, y Blanca Cuesta. Un acontecimiento, celebrado en 2007, que no solo tuvo relevancia a nivel personal, sino que dejó una profunda huella en el legado y el futuro de una familia conocida, entre otras cosas, por su inmensa fortuna y su extensa colección de arte.
Fue el barón Heinrich Thyssen-Bornemisza quien consolidó dicho caudal, que abarcaba sectores como el acero, el petróleo, la construcción naval y, especialmente, el arte. El barón fue uno de los coleccionistas de arte más destacados del siglo XX hasta su fallecimiento en 2002, con una colección que incluye obras maestras de Caravaggio, Van Gogh, Picasso o Hopper, entre otros. Pero a su lado estaba ella: Carmen Cervera. La llegada de Tita, que se casó con el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza en 1985, consolidó el destino del legado artístico familiar, pues jugó un papel crucial en la permanencia de gran parte de la colección en España. Prueba de ello es el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, ubicado en Madrid, conocido por ser uno de los principales museos del mundo y que alberga una de las colecciones privadas más importantes del planeta.
El barón Thyssen, Carmen Cervera y Borja Thyssen. (Foto: Gtres)
Sea como fuere, lo cierto es que el matrimonio de Borja Thyssen y Blanca Cuesta marcó el comienzo de una nueva etapa para el legado Thyssen. Borja, el único hijo biológico de Carmen Cervera, ha sido siempre una figura clave en la dinastía. Desde muy joven, ha estado en el centro de numerosas controversias y disputas familiares, especialmente en torno a la herencia y la administración del vasto patrimonio artístico y financiero. Asimismo, el vínculo entre Borja y Blanca no ha estado exento de polémica. Carmen Cervera, que en un principio no aprobaba la relación, protagonizó enfrentamientos públicos con su hijo y su nuera que acapararon titulares en la prensa durante años. Estas disputas familiares no solo habrían afectado a la vida personal de Borja y Blanca, sino que también han tenido implicaciones en la gestión del patrimonio familiar y en las decisiones relacionadas con la colección de arte Thyssen.
La colección sigue siendo un tema delicado en la familia, y su futuro dependerá de las decisiones que se tomen en los próximos años o décadas. Hasta la fecha, Carmen Cervera ha sido la principal guardiana de la colección, asegurando su exhibición en España mediante un acuerdo con el Estado español y el futuro de su hijo, a partes iguales. En 2022, Tita Cervera firmó un contrato con el Ministerio de Cultura por el alquiler de la colección «compartida» con su hijo que tiene depositada en la pinacoteca antes citada -330 obras durante 15 años-, y por la que los Thyssen reciben 6,5 millones de euros anuales a repartir entre madre e hijo en distintos porcentajes, así como 422.500 euros adicionales por la subida del Índice de Precios al Consumo (IPC).
Carmen Cervera, Borja Thyssen y Blanca Cuesta en Mallorca. (Foto: Gtres)
Sin embargo, en los últimos tiempos se han planteado interrogantes sobre qué sucederá cuando Carmen Cervera ya no esté al frente de la gestión. Está claro que Borja Thyssen y Blanca Cuesta tendrán que tomar decisiones cruciales sobre la preservación de este legado artístico, que no solo es un patrimonio familiar, sino también una parte esencial de la cultura europea. Pero para ello deberán lidiar con las futuras generaciones. En especial, con una de las mellizas a las que Tita Cervera dio la bienvenida al mundo en julio de 2006 mediante gestación subrogada, en Estados Unidos: María del Carmen. En una entrevista reciente, la baronesa Thyssen dejó entrever que podría ser la joven quien la sucediera finalmente en todo lo que tiene que ver con su cargo en el Museo Thyssen en lugar de su hijo. «Puede ser. Ella estudia y estudia. Es una estudiante brillante. He hecho cantidad de testamentos. Cuando cambia la vida, vas cambiándolos», dijo.
De igual modo, para que esto ocurra, María del Carmen, que en julio cumplió su mayoría de edad, tendrá que pasar por un proceso del que LOOK se hizo eco hace varios meses y entrar a formar parte del Patronato de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza FSP, el máximo órgano de gobierno de la Fundación Thyssen, lo que podría abrir un nuevo conflicto de intereses entre el matrimonio y la familia en sí misma.
Carmen Cervera y su hija María del Carmen en una fiesta en Madrid. (Foto: Gtres)
La influencia de Blanca Cuesta en el legado Thyssen
Aunque la suya no es una relación ideal, lo cierto es que con el tiempo el vínculo familiar que une a Carmen Cervera y Blanca Cuesta ha ido mejorando, lo que ha permitido una mayor estabilidad en el entorno familiar. Ejemplo de ello es que Blanca Cuesta, quien ha demostrado un interés creciente por el mundo del arte y la cultura, ha comenzado a asumir un papel más visible en la gestión del patrimonio Thyssen. La natural de Huelva ha realizado exposiciones de sus propias obras de arte y su papel dentro de la familia se ha ido consolidando.
Blanca Cuesta en la inauguración de su exposición. (Foto: Gtres)
Fue en 2013, concretamente, después de un tiempo dedicándose a la pintura como una afición, cuando Blanca inauguró su primera exposición en una galería de arte de Illescas, en Toledo, y lo cierto es que desde entonces no ha hecho más que crecer como artista. De hecho, ha logrado llegar hasta las paredes del Museo Thyssen.
Así fue la boda de Borja Thyssen y Blanca Cuesta
La historia de amor entre Borja Thyssen y Blanca Cuesta comenzó en el año 2000. Desde el principio su relación estuvo marcada por la atención mediática y la controversia, especialmente debido a las tensiones con Carmen Cervera. Borja Thyssen y Blanca Cuesta celebraron su boda en una ceremonia íntima y discreta que sorprendió a muchos, dado el perfil mediático de la familia Thyssen. El enlace tuvo lugar en la Iglesia del Santo Espíritu de Terrassa, en Barcelona.
Pese a las tensiones iniciales entre madre e hijo en torno a la relación, la boda reunió a familiares y amigos cercanos, manteniendo, eso sí, una atmósfera privada y lejos del esplendor que habitualmente rodea a las bodas de las grandes familias aristocráticas en la crónica social de nuestro país o lejos de nuestras fronteras. El día de su boda, Blanca Cuesta ya estaba embaraza del primero de los cinco hijos del matrimonio: Sacha, Eric, Enzo, Kala y la pequeña India.