‘Mujer biónica’, un marido gay y una hija vinculada a Charles Manson: La frenética vida de Angela Lansbury

El mundo del cine está de luto. Angela Lansbury, una de las actrices más destacadas de la escena mundial, ha muerto apenas unos días antes de cumplir los 97 años. La inolvidable protagonista de Se ha escrito un crimen nació en Londres en el año 1925 y se ha convertido en uno de los grandes mitos del mundo de la escena. Una estrella de las de antes, de las que ya pocas quedan.

La artista, que se definía a sí misma como la ‘mujer biónica’, porque tenía la cadera y una rodilla protésicas, estuvo en activo hasta casi el final de sus días. Una mujer que, ante todo, ha dedicado su vida al mundo de la escena. A los 17 años consiguió su primer papel. En aquel momento trabajaba como dependienta, en concreto, se dedicaba a envolver con papel de regalo las compras navideñas de los clientes en los almacenes Bullocks Wilshire, donde cobraba 28 dólares a la semana. Allí, en una fiesta organizada por su madre conoció a un conocido guionista, que le ofreció un papel y, a pesar de las reticencias de su jefe para que dejara el puesto, finalmente la oferta era tan suculenta que no pudo igualarla. A esto hay que añadir que, al ser menor de edad, en sus primeros rodajes tuvo que ir acompañada de una escolta.

Ya en su primera interpretación consiguió una nominación a los Oscar y, de hecho, es la única actriz que ha sido nominada a los galardones de la Academia en dos ocasiones sin haber cumplido veinte años.

En lo que respecta a su faceta más personal, Angela Lansbury se casó con Richard Crommwell cuando tenía 19 años. En la biografía autorizada Balance act se cuenta que la intérprete descubrió que su marido era gay y se enteró a través de su publicista. Parece que Crommwell pensaba que el matrimonio podría ayudarle a volverse heterosexual.

Después se casó con el también actor Peter Shaw, desde 1949 hasta que él falleció en 2003, y dio luz a tres hijos. A pesar de que Lansbury se estableció en California, siguió vinculada con el Reino Unido, de hecho en 2014 la reina Isabel II le otorgó el título de Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico (DBE) durante una ceremonia en el castillo de Windsor. «Me enorgullece ser reconocida en el país donde nací, y conocer a la reina en estas circunstancias es una ocasión adorable y especial», reveló entonces.

Más allá de esto, uno de sus mayores dramas lo experimentó con su hija Deirdre, que era una de los seguidoras de la secta de Charles Manson. Tras el asesinato de Sharon Tate la actriz decidió que abandonara el país y se la llevó a Irlanda, junto a su otro hermano, Anthony, para que ambos superaran sus problemas de adicción con la cocaína y heroína.

Una de las cosas de las que más se quejaba la actriz, que compitió con Julie Andrews por algunos papeles, es de que en el cine no dejaban de envejecerla prematuramente. Por ejemplo, en El mensajero del miedo interpretaba a la madre del personaje de Laurence Harvey, actor tres años más joven que ella; también, en Amor en Hawaii de Norman Taurog, tenía sólo diez años más que quien interpretaba a su hijo, Elvis Presley. Ella misma reconoció la mala calidad de esta película y que aceptó el papel porque ‘estaba desesperada’.