Anabel Pantoja, a lágrima viva y sin consuelo a su llegada a Barcelona: ¿qué le ha pasado?
Anabel Pantoja ha soplado las velas de su 39 cumpleaños en medio de una crisis personal
Una compañía aérea ha perdido las maletas de Anabel Pantoja con las cosas de su hija y las suyas
Anabel Pantoja es una de las influencers invitadas a la CasaIn que organiza Dulceida


El 39º cumpleaños de Anabel Pantoja prometía ser una celebración especial. Unos días entre compañeros del gremio influencer en la ya tradicional Casa In, organizada por Dulceida, con todo lo que eso implica: contenidos, estilismos pensados al milímetro y mucha presencia en redes. Pero lo que debía ser una escapada luminosa ha acabado convirtiéndose en una auténtica pesadilla para la sobrina de Isabel Pantoja, que reaparecía este miércoles visiblemente afectada y al borde del colapso emocional tras aterrizar en Barcelona con su hija Alma, de apenas siete meses.
Lejos de los flashes y los focos habituales de su entorno mediático, Anabel se ha mostrado completamente vulnerable. Con lágrimas recorriéndole el rostro, moqueando y con la voz temblorosa, la ex concursante de Supervivientes ha compartido a través de sus redes sociales el episodio que, en sus palabras, le ha arruinado no sólo el inicio de sus vacaciones, sino también un cumpleaños que ya llegaba con una carga emocional evidente. «Me siento triste y sola», confesaba horas antes en una reflexión que ya anticipaba que el día no iba a ser fácil.
Anabel Pantoja en el aeropuerto de Barcelona. (Foto: RRSS)
El detonante de todo ha sido el caos con la aerolínea con la que ha viajado desde Gran Canaria. Ni ella ni su hija tienen ahora mismo ropa ni enseres básicos tras perderse sus maletas durante el trayecto. «Me parece tan fuerte que me arruinen, bueno, a mí no, a mí y a 30 familias más, los planes y la vida», ha dicho entre sollozos. Aunque cualquier pérdida de equipaje resulta un fastidio, Anabel no puede evitar que el drama se multiplique al tratarse de las cosas de Alma: pañales, ropa, comida, juguetes… todo desaparecido sin que nadie de la compañía aérea le haya ofrecido una solución concreta más allá del típico «ya le llamaremos».
«No tengo nada. Tengo que hacer dos horas en coche sin ropa para mi hija, sin ropa para mí, sin sus cosas… ¿qué hago?», se pregunta, claramente superada. Lejos de quedarse en la queja educada, la influencer no ha dudado en señalar directamente a la aerolínea implicada y calificarla de «incompetentes de mierda». El enfado, mezclado con frustración e impotencia, dibuja una escena que dista mucho de la que tenía pensada: posar feliz en redes, celebrar su cumpleaños con looks preparados y convivir durante unos días en ese ambiente idílico e instagrameable que promete la Casa In.
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