Historia
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Los peores papas de la historia

Desde que, según la historia del catolicismo, San Pedro fuera considerado el primer papa de la historia alrededor del año 30 d.C., han sido muchos los que han ostentado el puesto. La historia de los papas en la iglesia es de las más antiguas de Europa y no todos han sabido ejercer su poder de manera correcta.

En esta pequeña lista vamos a hacer un repaso a algunos de los papas peor considerados por la historia e incluso por los propios miembros de la iglesia.

Sergio III

Con Sergio III comenzó el llamado Siglo Oscuro de la iglesia y de la historia religiosa. Fue papa desde el 904 al 911 y era conocido como un mandatario al que le gustaban los vicios demasiado.

Justamente fue descrito como «esclavo de todos los vicios» por su vida y su manera de pensar muy alejada de la imagen de la máxima autoridad del catolicismo.

Sin ir más lejos, para llegar a su cargo asesinó a su predecesor, León V, e hizo todo lo posible por colocar a su hijo como papa. Se considera el papa que dio comienzo a la llamada ‘pornocracia’ de la iglesia.

Juan XII

Justamente la labor de Sergio III dio sus frutos años después cuando su hijo, Juan XII, accedió al papado. Para no desentonar demasiado con su padre, Juan fue conocido como «el papa fornicario» y es que se le atribuyen desde violaciones a las peregrinas en la catedral a mantener relaciones pecaminosas con sus propias hermanas.

Bonifacio VIII

Para muchos Bonifacio VIII fue el peor papa que jamás ha tenido la iglesia como mandatario. Su papado duró del 1294 al 1303 y se le atribuyen muchas tropelías, entre ellas, ser considerado el papa más pederasta de la historia.

En su día, cuentan las fuentes, que llegó a afirmar que mantener relaciones con un niño no era tan malo, y lo demostró con una aventura muy sonada manteniendo relaciones con una madre y su hija.

Inocencio VIII

La etapa que compone el papado de Inocencio VIII ha sido definida como la Era Dorada de los Bastardos. Y es que entre los papas era muy común tener hijos bastardos durante su mandato, pero Inocencio superó todas las apuestas.

Se sabe que tuvo una amplia lista de hijos bastardos, aunque solo reconoció a 8 de ello. Conocido es también la historia sobre su última voluntad cuando pidió que una cortesana lo amamantara en el lecho de muerte.