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Música

Pablo López ofrece en Madrid el mejor concierto de su vida

Pablo López brilló como nunca en el Vistalegre de Madrid

Pongamos que hablo de Madrid. La ciudad de los sueños por cumplir, y también de los cumplidos. La ciudad que te acoge para engancharte y no soltarte jamás, para hacerte entender que si hoy se acaba el mundo, tendrás que tener claro qué vas a llevarte. Y nunca te irás con el corazón vacío.

Lo llevarás igual de lleno que estaba el Palacio Vistalegre de Madrid el pasado viernes 20 de septiembre, donde unas 12.000 personas acudieron a la llamada de Pablo López en su concierto más íntimo, especial y cercano. El formato ‘360 grados. Un piano y una voz’ ha resultado ser todo un éxito, que no priva a ningún ángulo del recinto de sentir la magia del directo y del acústico.

“Nunca he invitado a tanta gente a mi casa, bienvenidos”, dijo el malagueño mientras daba vueltas sobre sí mismo sin poder creer lo que estaban viendo sus ojos. Lo hizo tras interpretar un ‘remix’ con la canción más castiza de Sabina y su ‘Vi’.

Y lo cierto es que el ambiente creado en el escenario era muy parecido a una casa, instalada en un espacio monumental. “Madrid me dejó dedicarme sólo a tocar”, explicaba nostálgico. Quizás ese sea el motivo por el que quiso trasladar a los madrileños a su hogar: “Pídanme lo que quieran, siéntanse en su casa”.

‘Un vestido y un amor’ fue la canción de Fito Páez que López no pudo dejar fuera de su repertorio, para enlazarla después con ‘Lo saben mis zapatos’, tema sobre el que confesó que lo escribió “para alguien de Madrid”. Con este consiguió enloquecer a los asistentes y hacerles pensar en esa persona a la que vieron mientras no buscaban a nadie. Aunque más enloquecieron aun cuando el cantante se despegó del micrófono para mostrarles su voz sin ampliaciones, consiguiendo un silencio impoluto.

Y es que el malagueño, aparte de hacerse un importante hueco en el panorama musical español, ha logrado forjar fuertes amistades con compañeros de profesión. Como la que le une a Antonio Orozco, por lo que quiso hacerle un pequeño homenaje tocando ‘El viaje’, el tema que tanto reconocimiento ha otorgado al catalán. Pero lo que López no se esperaba es que, mientras estaba cantando, uno de los técnicos subiera al escenario con Antonio Orozco al otro lado del teléfono móvil, vía facetime. Fue sin duda uno de los momentazos de la noche.

Más tarde se atrevió también con la guitarra, con la que cantó ‘El Mundo’.

Pablo López puso la guinda al pastel haciendo otro ‘sin micro’ con las últimas estrofas de ‘El Patio’. Así fue la espectacular despedida que dejó al público con la piel de gallina:

En este mismo formato 360 grados volverá a contar sus sentimientos a sus huéspedes de Sevilla (05/10/19) y de Valencia (12/10/19).

No tengas miedo a pasar dentro y dejar que el anfitrión te hipnotice con su magia.