Kjaer, capitán y héroe en el susto que dio Eriksen

El capitán de la selección de Dinamarca, Simon Kjaer, fue uno de los héroes que contribuyeron a salvar la vida de Christian Eriksen, que cayó desplomado en el minuto 42 cuando su selección se medía a Finlandia. El ex sevillista ayudó en los primeros auxilios hasta que el equipo médico logró reanimar al jugador del Inter y después atendió a una familiar para tranquilizarla en un momento tan amargo.

Afortunadamente, todo quedó en un susto. Christian Eriksen sigue en observación pero su estado es estable. El jugador de la selección danesa y del Inter de Milán dio el susto de la jornada en la Eurocopa al caer desplomado durante el encuentro que enfrentaba a Dinamarca con Finlandia en la capital danesa. La rápida actuación de los servicios médicos permitió reanimar al jugador sobre el propio terreno de juego y que éste lo abandonara ya consciente. Una imagen que tranquilizó al mundo, que durante unos minutos permaneció helado.

El milagro de Christian Eriksen tuvo muchos protagonistas. Uno de ellos fue Simon Kjaer, capitán del combinado danés. Fue uno de los primeros compañeros en acercarse corriendo para ver qué le ocurría a Eriksen, que cayó desplomado en la banda. Kjaer, jugador del Milan y ex del Sevilla, le colocó en la posición adecuada y evitó que se tragara la lengua, le ofreció los primeros auxilios en unos segundos vitales hasta que Morten Boesen, médico de la selección danesa, y otro galeno le realizaran el masaje cardiaco y consiguieran estabilizarlo.

Kjaer y sus compañeros mostraron una actitud admirable. Todos formaron un corro para tapar a Christian Eriksen mientras estaba siendo atendido, para velar por su intimidad. Muchos no pudieron contener las lágrimas ante el drama que se estaba viviendo. El capitán mantuvo la calma y fue capaz de arropar y tranquilizar a la pareja de Eriksen, que saltó al campo desbordada por la situación.

En definitiva, un cúmulo de acciones precisas que evitaron una desgracia. Christian Eriksen continúa recuperándose y se someterá a nuevas pruebas. El propio jugador trató de tranquilizar a sus compañeros con un mensaje desde el hospital y los animó a seguir jugando. Todo quedó en un susto, gracias a la actuación de los médicos, sus compañeros y los recursos con los que contaban al suceder en un campo de fútbol profesional.