Nuevo Gobierno en España

Sánchez adelanta 9 millones de euros a los sindicatos para neutralizar sus protestas

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Reunión de Pedro Sánchez con sindicatos y patronal, el pasado junio.

Pedro Sánchez adelanta una partida de 9 millones de euros a los sindicatos para neutralizar sus protestas. Las movilizaciones previstas para el pasado sábado 16 de junio quedaron en suspenso tras confirmar los líderes sindicales que el presidente del recién estrenado Gobierno aprobó entre sus primeras medidas la inyección de ingresos a los sindicatos vía subvenciones.

La medida aprobada el día 5 de junio, fue oficialmente publicada en el BOE (Boletín Oficial del Estado) el pasado sábado y compromete una partida de 8.883.890 euros, según ha adelantado ABC.

El cambio de Gobierno ha traído consigo un cambio en las exigencias y actitud de los sindicatos. El primer gesto: la paralización de las movilizaciones previstas con el objetivo de “dar una oportunidad a la negociación”.

Los más beneficiados serán los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO dado que en la convocatoria de la ayuda pública se recoge la proporcionalidad como criterio de asignación de la cuantía correspondiente a cada una de las organizaciones representativas de los trabajadores.

Pedro Sánchez ha manifestado con anterioridad su voluntad de mejorar la financiación de los sindicatos y ha hecho numerosos guiños a los mismos a quienes, devolviéndoles incluso la prioridad sobre los comités de empresa a la hora de abordar la negociación de  los convenios colectivos.

El precio de la «paz social»

Tras el conclave con el Presidente del Gobierno en el Palacio de La Moncloa el pasado jueves, los sindicatos parecen estar de acuerdo con el aumento salarial del 2% propuesto por el nuevo Ejecutivo. El secretario confederal de organización de CCOO, Fernando Lezcano, defiende ahora que la negociación colectiva debe acordar un incremento salarial mínimo del 2 % anual, para que los trabajadores recuperen poder adquisitivo frente al repunte del IPC.

Sin embargo, el pasado mes de mayo, con el Gobierno de Rajoy aún vigente, los sindicatos pusieron sobre la mesa un alza salarial del 3,1 % (1,6 % de la inflación prevista más un 1,5 % para recuperar el poder adquisitivo), así como la incorporación de una cláusula de garantía salarial y alcanzar un salario mínimo de 1.000 euros. Eran las mejoras salariales y laborales inamovibles que UGT y CCOO defendieron. La negociación colectiva se acabó bloqueando y los agentes sociales comenzaron con las movilizaciones por las calles de España ante la amenaza de continuar si la patronal “no atendía a sus reivindicaciones”.

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