España

Dos líneas de investigación en la grabación al ministro: el comisario Martín Blas y el CNI catalán

La Policía investiga si el comisario Marcelino Martín Blas, o bien el llamado «CNI catalán» creado por Artur Mas, están detrás de la grabación ilegal realizada en 2014 al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, en su despacho oficial.

En la grabación difundida esta semana, Fernández Díaz da instrucciones al director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, para que investigue presuntos casos de corrupción vinculado a altos cargos de ERC, como su secretario general Oriol Junqueras, y de CDC, como los ex consellers Felip Puig y Francesc Homs.

Los agentes encargados de esclarecer el espionaje a Jorge Fernández Díaz manejan por tanto dos líneas de investigación diametralmente opuestas: o bien que un alto cargo de la Policía Nacional haya sido el responsable de la grabación ilegal al ministro, o que ésta sea obra de la unidad de «espías» creada por la Generalitat en pleno proceso soberanista.

El comisario Martín Blas ha sido jefe de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional. Fue destituido de este cargo después de que alguien grabara y difundiera una reunión que celebró en su departamento con varios agentes y con dos miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre las andanzas del Pequeño Nicolás. No obstante, el comisario ha seguido al frente de la investigación abierta para esclarecer estos hechos, por decisión expresa del juez que instruye la causa.

Junto al también comisario José Luis Olivera, Marcelino Martín Blas viajó en octubre de 2012 a Barcelona por orden de sus superiores para pedir sin éxito a los fiscales anticorrupción de Cataluña que ordenaran la entrada y registro en la sede de Convergencia, el partido de Artur Mas, para esclarecer la financiación ilegal del 3%.

Un micro en el maletín de De Alfonso

Fuentes policiales consultadas por OKDIARIO investigan si Martín Blas habría aprovechado este viaje para colocar un micrófono oculto en el maletín del director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. Este dispositivo permitiría grabar todas las conversaciones desde un vehículo estacionado cerca de él.

Las mismas fuentes sugieren que este dispositivo es el que habría permitido grabar la conversación entre De Alfonso y Jorge Fernández Díaz en la despacho del ministro. De confirmarse esta versión, Daniel de Alfonso habría paseado, sin ser consciente de ello, el micrófono oculto en su maletín durante dos años hasta su reunión con el ministro, celebrada en Madrid en octubre de 2014.

Las citadas fuentes policiales sostienen que un hombre de confianza de Martín Blas habría confesado que recibió el encargo de transcribir algunas de las conversaciones grabadas a Daniel de Alfonso por este procedimiento. Siempre según esta versión, el comisario Martín Blas habría filtrado numerosas informaciones a la periodista Patricia López, la misma que ha publicado ahora la grabación ilegal al ministro de Interior.

Martín Blas realizó su viaje a Cataluña junto al comisario José Luis Olivera, quien fue jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) durante las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero. En este cargo, destapó el caso Gürtel y la operación Malaya. Ahora, Olivera ha sido elegido por el ministro Fernández Díaz como Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional, tras la jubilación de Eugenio Pino.

El programa Cerberus

La otra línea de investigación que baraja la Policía apunta a la Agencia Nacional de Seguridad (ANS) de Cataluña, la unidad de espías creada por el ex presidente de la Generaliitat Artur Mas. Hay constancia de que, durante la etapa de Felip Puig como consejero de Interior, los Mossos d’Esquadra diseñaron un plan de espionaje denominado programa Cerberus, para monitorizar teléfonos móviles y utilizarlos para grabar conversaciones de forma ilegal.

El departamento de Interior de la Generalitat también contactó con la empresa Hacking Team para comprar un dispositivo denominado Galileo, que sirve para el mismo fin, aunque esto ocurrió en marzo de 2015, meses después de que se realizara la grabación ilegal al ministro Jorge Fernández Díaz.

Desde su creación, el llamado CNI catalán se ha visto envuelto en numerosas polémicas, como el seguimiento a líderes del PP y Ciudadanos en Cataluña, o la infiltración de sus agentes en la CUP para detectar la presencia de presuntos topos españolistas decididos a abortar el proceso de independencia.