España
GUARDIA CIVIL

Marlaska tiene dos meses para restituir a De los Cobos y el coronel exige un acto de toma de posesión

El Ministerio del Interior no tiene alternativa posible sobre la mesa: el coronel Diego Pérez de los Cobos, destituido en mayo de 2020 por no informar al Gobierno de la causa secreta sobre el 8M, debe ser rehabilitado en su puesto tras el fallo del Tribunal Supremo. Una vez esté de vuelta en su despacho de la Comandancia de Madrid, Fernando Grande-Marlaska podrá intentar una triquiñuela para volver a desalojarle, pero Pérez de los Cobos asumirá el mando. No hay dudas sobre ello en la Dirección General de la Guardia Civil. Y además, lo hará en el plazo de dos meses desde que Interior reciba la sentencia. Esos 60 días que marca la ley son los que separan a De los Cobos de su vuelta a la Comandancia, y el coronel no quiere que se produzca por la puerta de atrás. Según le consta a Interior, exige hacerlo mediante un acto de toma de posesión con presencia de autoridades, alegando que fue destituido y vuelto a nombrar. El Ministerio no está por la labor.

La sentencia del Tribunal Supremo, cuyo fallo a favor del coronel ya se conoce, pero que aún no ha sido remitida en su totalidad a las partes, respalda «punto por punto» el argumentario jurídico del fallo en primera instancia que le dio la razón a De los Cobos. Su relevo fue ilegal, en base a que los motivos con los que se argumentó su salida -respetar la orden de un juez sobre el secreto de las investigaciones- no tienen encaje en una destitución por pérdida de confianza. «No se trata de un cese por pérdida de confianza; es en realidad una sanción administrativa encubierta consecuente a que el Coronel no llevó a cabo el acto abiertamente ilegal que de él se esperaba», alegaba la dura sentencia inicial -aquí su contenido íntegro- de la Audiencia Nacional.

Junio

El fallo, según ha podido saber OKDIARIO, da a Interior un margen de tiempo para hacer efectiva la ejecución de la sentencia. Teniendo en cuenta que el texto completo va a ser remitido a las partes por el Supremo de forma casi inminente, esto lleva el escenario de su vuelta a la Comandancia al mes de junio. Hasta entonces, De los Cobos no podrá solicitar a la justicia que su puesto le sea devuelto.

Algo similar ocurrió en 2021, cuando la Audiencia Nacional falló a favor del coronel de la Guardia Civil e instó a Interior a devolverle su puesto. El ministerio hizo oídos sordos hasta que, inmediatamente concluido ese plazo de dos meses, sin dejar margen, De los Cobos se presentó ante la Audiencia Nacional para solicitar la ejecución inmediata de la sentencia que le devolvía a la Comandancia. En aquel momento se le denegó. La Abogacía del Estado presentó un recurso en el que alegaba que la ejecución inmediata «ocasionaría un perjuicio irreparable a la Administración y a varios guardias civiles a los que les afectaría la restitución del coronel».

Minimizar su vuelta

Sin embargo, aquello era una petición de ejecución sobre una sentencia provisional sobre la que cabía recurso, como el que presentó Interior y ganó sólo unos meses después. Pero la actual, explican fuentes conocedoras del proceso, es una sentencia firme. La Abogacía del Estado no puede alegar daño irreparable, explican. Si cuando se cumplan dos meses de la notificación de la sentencia a Interior De los Cobos no está en su puesto, éste recurrirá. Y el Supremo, de urgencia, deberá instar a Interior a devolverle la jefatura de la Comandancia de Madrid.

Con ese panorama, Interior tiene por delante dos meses para preparar la vuelta de De los Cobos, a sabiendas del revuelo mediático que se producirá cuando vuelva a tomar posesión. Y el departamento de Grande-Marlaska, según fuentes del Ministerio a las que ha tenido acceso OKDIARIO, ya trabaja en minimizar la exposición de la vuelta del coronel. Que se haga, como teme De los Cobos, por la puerta de atrás y sin el menor ruido.

Acto con honores

Desde el inicio del procedimiento en el Juzgado Central de lo Contencioso-administrativo 8 de la Audiencia Nacional, la petición más clara de la defensa de De los Cobos fue que se le devolviese su puesto. No se exigió compensación económica por daños y perjuicios, más allá del abono del complemento específico que Interior le negó al apartarle de la Comandancia. Que se le devolviese su puesto, pero además no de cualquier manera.

Según explican fuentes de Interior y corroboran otras en la Dirección General de la Guardia Civil, De los Cobos ha sido taxativo en estos tres años sobre cómo deseaba que fuese su vuelta: con honores, al entender que su rehabilitación en el puesto no es tal, sino un nombramiento. Fue cesado y ahora debe ser vuelto a nombrar.

Cuando Interior nombra a un jefe de Comandancia, la Guardia Civil organiza un acto solemne en el que el nuevo mando jura su cargo y ofrece, con uniforme de gala, unas palabras a los presentes. Suelen acudir autoridades como el delegado del Gobierno, jefes de Policía provinciales, presidentes de Audiencias provinciales -en Madrid, el de la Audiencia Nacional- e incluso puede participar el director General de la Guardia Civil.

Interior se niega

El Ministerio del Interior, conocedor de este planteamiento, no está «ni mucho menos por la labor» de concederle a Pérez de los Cobos esa imagen. Consideran que su vuelta, cuando se haga efectiva, será como si nunca se hubiese ido.

Eso plantea otro problema a Interior: qué hacer con el coronel David Blanes, el entonces teniente coronel que sustituyó como jefe accidental a De los Cobos cuando este fue destituido. Más tarde, tomó posesión como jefe oficial de la Comandancia, y ahora deberá ser cesado de su cargo si Interior restituye a De los Cobos.

Según fuentes conocedoras de los detalles de aquel nombramiento, éste se realizó con el pleno conocimiento -«y aceptación»-por parte del coronel Blanes de que esta situación -la vuelta de Pérez de los Cobos- era un escenario sobre la mesa. No será un obstáculo, explican. De hecho, en Interior incluso barajan una permuta de puestos: que Blanes asuma el cargo en la Inspección de Armas y Explosivos en el que la Dirección General colocó a De los Cobos tras su purga. Esa sería, barajan en el entorno de Marlaska, la solución «más fácil y lógica» al embrollo. Eso sí, en el gabinete del ministro no quieren ni oír hablar de actos, tricornios y trajes de gala.