España
El Foco de María Zabay

José Manuel Lorenzo: «Le pediría al Gobierno que no use al sector audiovisual como arma arrojadiza»

En plena revolución ante la amenaza de ERC de someter la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado a la modificación de la ley audiovisual para obligar a las plataformas OTT (de streaming) a incluir en su catálogo un 6% de contenidos en catalán, hablamos con José Manuel Lorenzo, uno de los principales productores de España, que se muestra claro ante la polémica: “Las exigencias lingüísticas a las OTT me parecen indecentes. Los políticos están jugando como siempre, haciendo ruido y engañando para conseguir otras cosas. Le pediría al Gobierno que, si viene una gran inversión para el desarrollo del sector audiovisual, la apliquen sin intereses partidistas”.

Aparentemente, la inclusión de contenidos en catalán en plataformas como Netflix o HBO se ha convertido en una exigencia innegociable. El Ejecutivo de Pere Aragonés considera que imponer esa cuota de series y películas en catalán es crucial para conseguir la «normalización lingüística».

El secretario de Política Lingüística de la Generalitat de Cataluña, Francesc Xavier Vila, aseguraba el pasado jueves día 2 de diciembre en un acto que «Desde abajo hace falta compromiso, activismo, ser consciente del poder de compra que tenemos cada uno de nosotros”. Y citaba un comentario que circulaba por Twitter que decía literalmente: «Todo esto de Netflix se acaba si los centenares de miles de catalanes deciden darse de baja el mismo día».

Más allá de esta polémica, el sector está a pleno rendimiento. “Dime quién soy”, una de las series de José Manuel Lorenzo, acaba de recibir un distinguido galardón en los en los OTT.X Impact Awards de Estados Unidos. Series y películas reconocidas dentro y fuera de nuestras fronteras. Esta vorágine de numerosos rodajes y proyectos a medio plazo, está empujando una inflación en los precios que preocupa a los productores.

En cuanto a la situación que atravesamos a nivel general, José Manuel Lorenzo es claro: “Le pediría al Gobierno que escuche, que no se mire al ombligo, que no nos utilicen al sector audiovisual como arma arrojadiza y que no jueguen con nosotros”.