Ministerio de Economía

Calviño no tiene aún cerrados los votos necesarios para irse al BEI pese a que Sánchez lo da por hecho

La decisión final sigue dependiendo de por quién se incline Francia finalmente

Nadia Calviño, presidente del BEIBEI
Nadia Calviño, presidenta del BEI, gracias a su apoyo a la energía nuclear
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El Gobierno lleva varios días dando por hecho que Nadia Calviño va a vencer en la carrera por la presidencia del BEI (Banco Europeo de Inversiones) y que, por tanto, abandonará el Ejecutivo. Sin embargo, diversas fuentes aseguran que aún es pronto para cantar victoria, que la ministra de Economía no tiene apoyos suficientes y que la elección depende del voto de Francia. La votación tendrá lugar el próximo viernes día 8.

Las terminales mediáticas del Gobierno se han apresurado a decir que Nadia Calviño es «la máxima favorita», que «se allana el camino» o que «enfila la presidencia» del BEI. El propio Pedro Sánchez declaró que le «costará prescindir» de su estrecha colaboradora. Toda esta euforia se ha desatado a raíz de que Bélgica anunciara su apoyo a la ministra.

Ahora bien, las fuentes explican que este país ocupa ahora mismo la presidencia rotatoria de la Junta de Gobernadores de esta institución y que lo que ha pretendido es acaba con el bloqueo que sufre la elección desde hace meses. Es decir, obligar al resto de países a retratarse. Bélgica en realidad es muy poco relevante para la decisión, puesto que sólo tiene el 5% de los votos.

La realidad, siempre según las fuentes, es que Calviño todavía no tiene suficientes apoyos para alzarse con la presidencia del BEI. En esta elección, cada país tiene un porcentaje de votos en función de sus aportaciones a esta entidad financiera. Así, Francia, Alemania e Italia cuentan con un 18% de votos cada una, mientras que España tiene un 11%. Para ser elegido presidente, es necesario contar con el 68% de los votos y el apoyo de 18 de los 27 países miembros de la UE.

Calviño cuenta, en principio, con los votos de España, Portugal y Alemania. Su gran rival, la danesa Margrethe Vestager, ha logrado el de Italia si se cae su candidato (que se va a caer puesto que no tiene ningún apoyo). La actual comisaria de Competencia está respaldada por Dinamarca, Grecia y varios países pequeños.

Francia sospecha de Alemania y España

En consecuencia, Francia es el país que inclinará definitivamente la balanza hacia una de las dos (siempre que sirva para aglutinar ese 68% y esos 18 países). España ha tratado de atraer a los franceses al aceptar que se incluya la energía nuclear (la principal en el país vecino) como energía cero emisiones subvencionada.

Sin embargo, el Gobierno de Emmanuel Macron sospecha que detrás del apoyo germano a la española hay un pacto por el que, a cambio, Alemania se quedará con la sede de la futura autoridad de lucha contra el blanqueo de capitales que también ansía París. Por tanto, puede acabar apoyando a Vestager para dinamitar el acuerdo hispano-germano.

Tampoco se puede descartar que ninguna de las dos candidatas obtenga apoyos suficientes y que la elección se retrase varios meses más. Un escenario que es bastante probable, según algunas de las fuentes.

No hay que olvidar que tanto Francia como, en teoría, Alemania quieren sacar a Vestager de la Comisaría de Competencia porque prohibió la fusión de AlstomSiemens. Aparcarla en el BEI sería una salida perfecta para poder colocar a un responsable de Competencia más proclive a la creación de campeones europeos. Algo que también beneficiaría a operaciones como las de Orange-MásMóvil e Iberia-Air Europa, aparte de una futura fusión internacional de Telefónica.

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