La enfermería del Real Madrid está demasiado llena todavía. Ocho son los jugadores que tienen los blancos lesionados, pero con el paso de las semanas todos ellos empiezan a ver la luz al final del túnel. En la sesión que los hombres de Ancelotti llevaron a cabo en Valdebebas tras empatar en Sevilla contra el Betis, Tchouaméni, Vinicius y Camavinga alternaron el trabajo en el gimnasio con el césped en solitario, donde tocaron balón. «Progresan adecuadamente, aunque sin prisa», aseguran en el club.
En una situación parecida está Arda Güler, que aprovechó este domingo para hacer trabajo de fuerza en el gimnasio. Es el que más opciones tiene de jugar antes de que finalice 2023 y ya se puede afirmar que está en el tramo final de su recuperación. No se le puede descartar para el duelo contra el Villarreal del próximo fin de semana que se celebrará en el Santiago Bernabéu.
Por otro lado, Carvajal trabajó en el interior de las instalaciones con los fisioterapeutas. La meta del lateral derecho sigue siendo la de estar al cien por cien en la Supercopa de España que se jugará el próximo mes de enero en Arabia Saudí. Mientras que Courtois y Militao siguen evolucionando poco a poco.
Por otro lado, el resto de la plantilla trabajó con normalidad. Los titulares hicieron trabajo de recuperación sobre el césped y en el interior de las instalaciones. La plantilla comenzó con ejercicios en el gimnasio. El resto del equipo llevó a cabo ejercicios tácticos, de presión y de posesión. A continuación, los jugadores practicaron los lanzamientos a portería y finalizaron con un partido en un campo de dimensiones reducidas.
El siguiente entrenamiento del Real Madrid lo realizarán el próximo lunes por la tarde en el estadio Olímpico de Berlín, donde los blancos jugarán la última jornada de la fase de grupos de la Champions contra el Unión Berlín. Los madridistas ya están clasificados como primeros de grupo para octavos, por lo que buscan el pleno.