Vinicius y que no tiene lamentar ninguna ausencia por lesión, son las dos grandes noticias que puede rescatar el Real Madrid de su derrota contra el Villarreal. Los blancos afrontaron el partido como un trámite a superar hacia el gran objetivo, que no es otro que la eliminatoria de Champions contra el Chelsea que comenzará el próximo miércoles en el estadio Santiago Bernabéu. Desde que el VAR anulase el gol de Asensio en el Camp Nou y Kessié diese la victoria al Barcelona, ampliando la diferencia a 12 puntos, es en lo que se ha convertido el campeonato doméstico para los hombres de Carlo Ancelotti. Eso sí, el brasileño siempre quiere más.
Vinicius está en un estado de forma superlativo y lo demuestra en cada encuentro que disputan los blancos. Da igual la competición, él siempre quiere brillar. Y ante el Villarreal no fue una excepción. Vini fue el jugador más peligroso del Real Madrid desde el primer minuto. Lo intentó una y otra vez, desesperó a los rivales, hizo un golazo y tiró de un equipo que no estaba por la labor de dar más en su insistencia de tratar de sacar un gran resultado. Mientras sus compañeros miraban al miércoles, él quería seguir demostrando que es uno de los mejores del mundo una vez más.
Ancelotti, que defiende y sufre a y por Vinicius como si de un hijo se tratase, sabe que con el brasileño a este nivel y la resurrección de Benzema pueden aspirar a todo. Vini es un jugador que marca la diferencia en casi cada acción y de la nada puede ganarte un partido, algo vital para los blancos, que miran a la final de Copa del Rey y tienen el objetivo de jugar cinco duelos en la Champions.
Otra vez machacado
Una vez más, Vinicius fue machacado por los rivales. Ante el Villarreal sufrió nueve faltas, lo que le convierte en el único jugador al que han hecho siete o más infracciones en dos encuentros de Liga. La otra vez fue el 5 de febrero ante el Mallorca, cuando recibió 10. Por el momento, ha sufrido 106, al menos 34 más que cualquier otro jugador.
Esto desespera a Vinicius y a Ancelottti, que no entiende cómo los árbitros no cortan la reiteración con cartulinas. Ante el Villarreal protestó al cuarto colegiado, pero le sirvió de poco, ya que una vez más Vini fue el jugador que más patadas se llevó del terreno de juego.