Raphael Varane se convirtió en el hombre del partido del Huesca-Real Madrid. El central del conjunto blanco necesitaba una actuación como la que completó en El Alcoraz, donde se vistió de Ramos para remontar el encuentro y darle unos merecidos tres puntos a los madridistas. En un momento delicado, en el que se ha sabido que Zidane no podrá contar con el capitán durante el próximo mes y medio, su compañero en el eje de la zaga alza la voz y se reivindica con un partidazo que aleja las dudas que habían surgido entorno a su figura durante esta temporada.
Liderando al equipo desde atrás, Varane consigue dar un paso al frente en el momento en el que más le necesita el equipo. Carentes de un jefe como lo es Ramos en todos los aspectos, le llega el momento de asumir galones por experiencia y antigüedad y en la primera oportunidad los ha cogido. En ausencia del líder indiscutible del equipo, el francés sacó contra el Huesca un repertorio de todo lo aprendido a lo largo de estos años al lado del ‘4’, haciendo que el equipo apenas notase su ausencia.
Varane se hizo notar con un auténtico partidazo. El galo dio una lección en todos los aspectos del juego. Sólido en defensa, preciso a la hora de sacar el balón desde atrás y comandando la ofensiva aérea del equipo, se convirtió en absoluto protagonista del partido disputado ante los oscenses. Además sacó su lado más goleador. Como el mejor Ramos, apareció en el momento en el que el equipo más le necesitaba, para hacer valer su 1,91 de altura en el primer gol y meter la bota en los últimos minutos para darle la vuelta al encuentro.
El central del Real Madrid fue el encargado de la remontada de los de Zidane, al marcar los dos goles del equipo. Rompía una sequía de más de un año sin ver puerta. Desde el 29 de enero de 2020, cuando marcó uno de los cuatro goles de los blancos ante el Zaragoza en Copa del Rey, no lograba marcar. Algo poco habitual en un jugador que siempre se ha caracterizado por su poderío aéreo en las jugadas a balón parado.
Varane apareció en el minuto 55 para equilibrar un partido que había puesto cuesta arriba Javi Galán minutos antes. El galo aprovechó el rechace de un lanzamiento de falta de Benzema que se estrelló en el larguero para imponerse en el área pequeña a los jugadores del Huesca y mandarla al fondo de la red.
Con el Madrid volcado en los minutos finales sobre el área de los de Pacheta, volvió a emerger en otra acción a balón parado para poner el 1-2 definitivo. Casmiro cabeceaba un centro de falta de Kroos que rechazaba el portero, dejando el balón muerto en boca de gol, donde metía el pie Varane para darle los tres necesitados puntos a los madridistas.
Señalado desde Manchester
Raphael Varane necesitaba una actuación así para dejar a un lado las críticas y las dudas sobre su figura. No estaba atravesando un buen momento el central, señalado desde el final del pasado curso. Tras su desafortunado partido en octavos de final de la Champions League contra el Manchester City, en el que cometió dos errores clamorosos que propiciaron los dos goles de los ingleses, parecía no levantar cabeza un jugador que tenía un historial impoluto durante su larga estancia en el club.
La sombra de Ramos ha pesado mucho en los últimos tiempos, en los que los madridistas apenas han sabido ganar en su ausencia. Los blancos han pecado en infinidad de ocasiones de una fragilidad defensiva que ha ido acompañada de malos partidos del francés, en el centro de las críticas a lo largo de la temporada.
Jefe de la zaga hasta mediados de marzo
El capitán del Real Madrid se perderá al menos el próximo mes y medio de competición. Sergio Ramos ha sido intervenido del menisco de la rodilla izquierda y estará ausente durante cerca de 10 partidos. Será entonces cuando el peso de la línea defensiva del equipo recaiga sobre Varane y, por lo que ha mostrado en Huesca, no tiene problemas en tomar el testigo.
En un momento clave para el devenir de la temporada del conjunto blanco, Zidane necesita del mejor Varane para sacar los partidos adelante. El central francés tiene que asumir la responsabilidad de tratar de hacer olvidar al mejor defensa de la historia de los madridistas, una tarea nada sencilla. Por el momento, ha comenzado con el mejor pie posible, asumiendo el liderazgo dejado por el ‘4’ no sólo en la parcela defensiva, sino también en el resto de facetas.