La campaña de desprestigio sobre los árbitros y el Real Madrid sigue su curso una semana más. Aunque las razones por las que quejarse sobre el trato de favor de los colegiados al conjunto madridista siguen sin justificarse, las voces que apuntan a esas supuestas ayudas son cada vez mayores, más aún tras la intervención de Josep María Bartomeu, señalando que el VAR «no es equitativo y siempre favorece al mismo». Sin embargo, ¿es cierto que el videoarbitraje barre siempre para Valdebebas? ¿El Real Madrid ha ganado puntos esta temporada gracias a la labor de los árbitros?
Por mucho que se repita una mentira, esta no se convierte en verdad, como parece que tratan de hacer creer en el Camp Nou, al verse con la Liga prácticamente perdida. Al expediente que retrata al presidente del Barça sobre el trato de favor hacia los blancos que afirma con rotundidad, hay que añadir otro, el que mide los puntos que el colectivo arbitral ha impedido al Real Madrid sumar este curso por sus errores, que los ha habido.
En total, los fallos le han costado al Real Madrid ocho puntos. En cinco encuentros los blancos dejaron de sumar por acciones en las que el VAR no entró. Sin olvidar algunas acciones que no fueron señaladas y que no causaron ningún cambio en el signo del partido, como el penalti cometido por Diego López sobre Benzema que Mateu no vio y que De Burgos Bengoetxea también pasó por alto desde la Sala VOR.
Pérdida de puntos ante Villarreal, Mallorca, Betis, Barcelona y Levante
Ante el Villarreal, en la jornada 3, el conjunto madridista se dejó dos puntos, al empatar a dos. Entonces, Gil Manzano no vio un penalti de Albiol sobre Vinicius que, de haberse señalado, podría haber dado dos puntos más a los blancos.
En la jornada 9, los hombres de Zidane daban una imagen pésima en Son Moix ante el Mallorca. Los bermellones se imponían por la mínima gracias a un gol de Lago Junior en los primeros minutos de juego. Sin embargo, los blancos podían haber logrado rescatar un punto desde el punto de penalti si se hubiese señalado un claro agarrón de Salva Sevilla sobre Brahim, en plena disputa por un balón al área.
El único equipo de la competición que ha logrado puntuar en sus dos partidos contra el líder ha sido el Betis. En la primera vuelta, el partido disputado en el Bernabéu se saldó con un empate a cero, en plena crisis madridista con el gol. Pero los verdiblancos pudieron irse de vacío -y los blancos sumar dos puntos más- si se hubiera señalado una clara mano de Feddal en el área, a centro de Benzema.
Si con los puntos que habían volado hasta entonces no había habido suficiente, el escándalo se hizo notorio con la actuación de Hernández Hernández y De Burgos en el Clásico de la primera vuelta. Empate sin goles en el Camp Nou porque ni uno, desde el césped, ni otro desde el VAR, quisieron. Hasta tres penaltis claros se cometieron sobre jugadores del Real Madrid, sin señalarse ninguno. Varane todavía se acuerda de los tacos de Lenglet.
Por último, hay que acordarse de la derrota de los blancos en el Ciutat de Valencia, ante el Levante. Entonces, la actuación del mismo colegiado que en el partido ante el Barça de diciembre, Hernández Hernández, costó otro punto a los madridistas. Hasta dos manos pidieron los madridistas. Una de ellas, de Campaña, debió ser pitada, pese a ser involuntaria. Con la nueva normativa en la mano, cualquier mano que se produzca en el área, por muy involuntaria que sea, debe ser señalada. En este caso omitieron su aplicación.
Al colectivo arbitral se le ha puesto bajo el foco en cada partido del conjunto madridista. Cada decisión que se toma, por muy acertada que sea, trata de polemizarse. Con el fin de tapar las verdaderas razones que han llevado a los de Zidane a liderar con cuatro puntos de ventaja la clasificación, se ha pasado a criticar las actuaciones de los árbitros cuando hacen bien su trabajo y cuando rectifican sus decisiones de forma justa por el VAR. Se olvidan que, hasta la jornada 34, se les ha impedido sumar ocho puntos, que bien podrían dejarles ya matemáticamente como campeones.