El Real Madrid se queda al borde de la eliminación en la Champions League después de una nueva derrota, esta vez en Kiev. El Shakhtar Donetsk repitió la victoria que consiguieron en la primera jornada de la máxima competición, dejando contra las cuerdas a los de Zinedine Zidane. Se trata de la quinta derrota de los madridistas en los 15 partidos que han disputado este curso. Una nueva debacle de la que esta vez no se salvó nadie.
Los madridistas salieron con todo a por la victoria. Zidane salía con un once más que ofensivo buscando una victoria que les diese la clasificación para los octavos de final. Parecían enchufados y concienciados de lo que había en juego los madridistas, que se presentaron en el Olímpico de Kiev con ganas de resolver en los primeros minutos. Pero la gasolina les duró un cuarto de hora. Una vez se sobrepasó el minuto 15, fueron a menos, hasta llegar a ser una marioneta en manos del Shakhtar.
Courtois
No tuvo apenas trabajo en la primera parte y en la segunda fue víctima de los errores defensivos del equipo. El primer gol le sorprendió tras un fallo de garrafal de Varane y en el segundó adivinó el lanzamiento de Solomon pero no llegó a blocar el potente disparo del delantero israelí.
Lucas Vázquez
Lejos del nivel visto en los últimos partidos. Se había ganado la renovación con su reconversión como lateral derecho gracias a grandes actuaciones, pero ante el Shakhtar, se le vio sobrepasado y fuera de sitio. Taison, que partía desde su banda, fue el mejor de los ucranianos. En ataque no estuvo a la altura del jugador que se ha visto en estos meses.
Varane
Posiblemente el gran responsable de la derrota del Real Madrid en Kiev. Desde Manchester no levanta cabeza y volvió a ser uno de los principales antagonistas. A escasos metros de la portería, en lugar de despejar, se apartó del balón permitiendo la llegada y el remate de Dentinho, que hizo el primero. Aún con el 1-0, dudó en ir a atajar otro balón en el área y terminó reculando, regalando otra ocasión clara de gol.
Nacho
Su nivel ante el Inter puso las expectativas muy altas y contra el Shakhtar, sobre todo en la primera mitad, vio como los de Donetsk le buscaban y, por lo general, le ganaban la espalda. No tuvo tampoco su mejor noche, aunque estuvo mejor que su compañero en el centro de la zaga.
Mendy
Se ha convertido en indiscutible ante el bajo nivel de Marcelo y si se repite un partido como el que hizo en Ucrania, será para preocuparse. El francés estuvo acelerado en todo momento. Erró al despejar en la acción que supuso el primero, regalando el balón al Shakhtar en una zona comprometida. Su mal partido se refleja en una acción ofensiva. Con el 1-0 tuvo en sus pies el empate, pero su disparo desde el pico del área pequeña se perdió por la banda contraria.
Kroos
Zidane sorprendió dejando incomprensiblemente a Casemiro en el banquillo y le tocó hacer su función. Las comparaciones son odiosas y más si te toca suplir al mejor mediocentro defensivo del mundo. Fue incapaz -aun con ayuda de Modric- de mantener compacto al equipo. Para colmo, la gasolina le duró una hora. Se quedó sin fondo y el equipo lo acusó en exceso. Pese a todo, terminó jugando todo el partido.
Modric
Clave en los primeros minutos, en los que el Madrid buscó y mereció el gol. Ocasionó una oportunidad de Benzema al mandarle un balón al espacio que acabó en las manos de Trubin tras el disparo del francés. Se fue desdibujando con el paso de los minutos y sin su fútbol el Madrid no es el mismo. Las bajas en el centro le impiden rotar y lo nota. Como Kroos, estuvo sobre el césped los 90 minutos.
Ödegaard
El noruego no termina de encontrar su sitio en el Real Madrid. El conjunto madridista le necesita a un nivel similar al que se le vio el pasado curso cuando estaba en la Real Sociedad. Los blancos necesitan una propuesta distinta pasados los tres cuartos de campo que él es capaz de dar, pero aún no consigue ser decisivo. Volvió a desaprovechar otra oportunidad y acabó siendo sustituído por Isco.
Isco
Zidane volvió a insistir en darle minutos con opciones de cambiar el signo del partido y, como de costumbre, no resultó efectivo. En esta ocasión, el malagueño gozó de 13′. Suficientes. Pese a la leve mejoría de los blancos tras el triple cambio realizado por el técnico por el repliegue del Shakhtar, se le vio lento e impreciso. Perdió dos balones.
Asensio
Partió desde la izquierda, en sustitución de Hazard. De sus botas nacieron las dos mejores ocasiones del Real Madrid en todo el partido. De hecho, fue el más destacable de los madridistas, aunque sin hacer un partidazo. Mandó un balón al palo nada más empezar y Trubin le sacó un golazo, metiendo el guante a un mísil que entraba por la escuadra del palo corto. En la segunda parte desapareció.
Rodrygo
Se rompió su idilio con la Champions. La baja de Hazard le dio una titularidad que venía buscando en los últimos partidos. Estuvo ausente casi todo el partido. El brasileño apenas se dejó ver y fue sustituido por su compatriota y amigo Vinicius en el 77′.
Vinicius
Volvió a ser revulsivo, pero sin estar acertado. Vini salió con el objetivo de romper al equipo ucraniano, replegado con ocho hombres en su área durante los últimos instantes. Los blancos vieron en él a su salvación, pero abusó de la línea de fondo, donde le esperaban cada vez que tocaba el balón hasta dos defensas. Generó en ataque, pero sin excesiva claridad.
Benzema
Titular después de tres partidos apartado por lesión. Regresaba al rescate del equipo y venía de una racha de cinco goles en sus cuatro últimos partidos, pero se hundió como todo el barco. Apenas tuvo ocasiones claras, ante la falta de profundidad de los blancos. Sólo un disparo en los primeros minutos tras un gran pase de Modric, pero terminó parándolo el portero.
Mariano
Entro con el triple cambio en el 77′ en lugar de Benzema y no dispuso de ocasiones. A los pocos minutos de saltar al terreno de juego, el Shakhtar hizo el segundo que acabó con las esperanzas de los blancos. Apenas entró en juego con el balón.
Zidane
Nefasta forma de entender el partido y de gestionarlo. Ante la velocidad y letalidad de los ucranianos arriba, dejó en el banquillo a Casemiro y ni siquiera cuando el equipo pedía a gritos su entrada, le dio minutos. Con Modric y Kroos fundidos desde prácticamente el comienzo de la segunda parte, decidió mantenerles en el campo comprometiendo las transiciones defensivas del equipo. Tardó en reaccionar y en hacer los cambios, aunque se viera que el equipo estaba muerto fisícamente, y no los agotó, haciendo sólo tres. Ante la falta de fútbol en ataque, se limitó a hacer cambios de hombre por hombre.