Raphael Varane lo ha vuelto a hacer. Y el Real Madrid lo ha vuelto a pagar. Otra vez en Champions y de nuevo penalizando mucho a su equipo. El central francés, irreconocible desde que la noche del Etihad, donde dos errores suyos condenaron a los blancos en los octavos de final ante el Manchester City, volvió a quedar retratado cometiendo un fallo grosero. Uno de esos que no se puede permitir un defensa central que defienda la camiseta del 13 veces campeón de Europa. Un pase filtrado por Kovalenko lo tocó Mendy, el lateral izquierdo no se entendió con Varane y Dentinho, que pasaba por ahí, se aprovechó del falló del central para recoger la pelota y batir a Courtois. Un gol que complicaba el futuro de los de Zidane en la Champions.
Varane volvió a mostrar una inseguridad preocupante. Todos los fantasmas que llevan tiempo atormentando al defensa volvieron a aparecer para complicarle una noche que iba a ir a peor. Su falta de confianza continuó durante el resto del encuentro. De nuevo su error le sacaba del partido, provocando que todo el equipo lo sintiese. Un flan vestido de blanco con el ‘5’ a la espalda es lo que el Real Madrid tenía en el centro de la defensa.
El partido de Varane ya comenzó con turbulencias. En los primeros minutos pudo ser expulsado tras cometer una dura falta sobre Moraes. Nacho dio un mal pase, el atacante del Shakhtar robó y el francés le paró en una falta que fue sancionada con amarilla, aunque si llega a mostrarle la roja no hubiese pasado nada. No obstante, también en el primer acto, realizó otra infracción de amarilla que quedó en nada por suerte para los blancos.
Sin Ramos es menos Varane
Varane sufre cuando no tiene a su lado a Sergio Ramos. Pasó en Kiev, en Mánchester, ante el Ajax en el Bernabéu o frente a la Juventus en aquella eliminatoria donde un penalti de Cristiano Ronaldo lo salvó todo sobre la bocina. Sin el capitán el francés se diluye. Pierde su seguridad. Es peor jugador. Y lo demuestra demasiado a menudo. Bajo el paraguas del camero la vida es mucho más sencilla, pero sin él se le ven las costuras a un futbolista que a sus 27 años lo ha ganado todo, pero que a día de hoy sólo su palmarés está a la altura de los mejores.
En el segundo gol de los ucranianos tuvo poca culpa, aunque tampoco llegó a tapar el latigazo de Solomon que terminó batiendo a Courtois y dando la puntilla a un Real Madrid que deja Kiev con cara de desconcierto, mientras que Varane vuelve a quedar señalado.