Pasan las semanas y Gareth Bale parte desde la misma casilla una y otra vez. No hay apenas novedades con respecto a su salida y tampoco movimientos que hagan pensar que su marcha está próxima. En las oficinas blancas aún no ha llegado una oferta en firme por el jugador galés desde hace más de nueve meses. En aquella ocasión fue un simple contacto, aunque bastante formal, del Tottenham Hotspur. Fue en enero antes de que se desencadenara por todo el mundo la pandemia. Ya ha llovido desde entonces.
Con respecto a aquel escenario si han cambiado algunas cosas. La nula predisposición que existía por parte de Bale de salir del Real Madrid ahora no es tal que así. No se niega a irse del club aunque no quiere renunciar a ni un euro de los que le corresponden con respecto al contrato que firmó. De marcharse quiere percibir los 13-17 millones de euros –según objetivos cumplidos– que le toca percibir como merengue en el club que le acoja.
Desde aquel interés en enero de 2020 de los Spurs, que buscaban un préstamo por el que no estaban dispuestos a pagar toda la ficha del galés, vino la nada. Día tras día, mes tras mes, nada de nada. Ni los ofrecimientos del Madrid a otros clubes ni los movimientos de su agente Jonathan Barnett han surtido efecto hasta el momento. El alto salario del jugador y su pobre rendimiento el pasado curso –y lo que va de este– no juegan a su favor pese a que lo blancos están dispuestos a asumir parte de su ficha y dará todas las facilidades que estén en su mano.
El Madrid espera la oferta del United
Con la puerta siempre entreabierta del Tottenham, en el club esperan que el que dé un paso al frente en los próximos días antes del cierre del mercado sea el Manchester United. Desde Inglaterra ya se rumorea con la posibilidad de que efectúen una oferta por él tras el portazo con Sancho, algo que desde el Real Madrid se valoraría positivamente, predispuesto a cualquier acuerdo con tal de lograr su salida.
A la espera de ese acercamiento del United o cualquier otro club, que aún no se ha producido, el club merengue tiene claro que la única prioridad absoluta en estos momentos es su salida en cualquier término. El Madrid estudiará todas y cada una de las ofertas que pudieran llegar y no escatimará en esfuerzos por desbloquear una de las salidas más difíciles y complejas de la entidad de un tiempo a esta parte.