El banquillo del Real Madrid estalló después de que el árbitro no señalase una mano de Parejo dentro del área del Villarreal. El balón golpeó en el césped y luego dio en el jugador amarillo, pero tanto en directo Munuera Montero como en la revisión del VAR, donde estaba De Burgos, decidieron que no había infracción.
Después de que se confirmase que no se iba a pitar penalti, desde el banquillo madridista se pudo escuchar “¡qué raro!”. Además, Sergio Ramos gritó “¡es mano de antes, mano clarísima!” y Lucas Vázquez, desde la zona de los jugadores no convocados, se refirió directamente al colegiado: “¡Espabila, Munuera!”.
Los jugadores del Real Madrid también mostraron su malestar con las pérdidas de tiempo de los jugadores del Villarreal consentidas por el árbitro y al no añadir ni un minuto al término de los primeros 45 minutos también se quejaron.