Si tu quieres ser feliz, no lo dudes, comprate un Rüdiger y todo irá mejor. Es matemático, que se lo pregunten al Real Madrid. Este loco alemán reparte alegría por donde va y tiene un corage, por no decir otra cosa, que hace que todo sea más sencillo, más divertido. En casos de emergencia, llamen al teutón, que aparece para poner orden.
En el Metropolitano lo volvió a hacer. Como aquella noche maravillosa del Etihad. Tomó la decisión de lanzar el quinto penalti del Real Madrid para meter a los blancos en los cuartos de final de la Champions. Sí, a los de Ancelotti les espera Londres. Y esta vez lo metió con suspense, pero qué más da, si vale igual.
Rüdiger, que abrazó tarde el madridismo, lo ha entendido como pocos. Este alemán, con cara de loco y que es uno de los mejores centrales del mundo, nació Berlín, pero también lo podría haber hecho en Chamberí. O en Las Castellana. Qué más da. Antonio, simplemente, es felicidad.
Lo que mal empieza… acaba bien
Desde que acabó el partido de ida en el estadio Santiago Bernabéu, en Valdebebas no se cansaron de repetir que los primeros 15 minutos del Metropolitano iban a ser capitales para el devenir de la eliminatoria. En ese arranque en el que el Atlético iba a meter atrás a los blancos, los hombres de Ancelotti tenían que saber sufrir, resistir. La teoría estaba clara, otra cosa fue la práctica. Y es que, no lo pudieron hacer peor los madridistas.
Saltaron ambos equipos al terreno de juego, se realizó el sorteo entre capitanes, Modric pidió cambiar el campo y el Atlético de Madrid sacó de centro. Lo que vino después simplemente es el reflejo de todo lo que no se debe hacer cuando uno empieza una eliminatoria de Copa de Europa, fuera de su casa y con un gol de ventaja.
Los rojiblancos pusieron el partido en marcha, comenzaron a tocar mientras el Real Madrid basculaba con poco sentido, Asencio la intentaba cortar, no podía, el Atlético seguía construyendo, hasta que la bola cayó en el bueno, que es Julián Álvarez, el argentino abrió a su compatriota De Paul, que la pone de primeras en el área pequeña, y Gallagher, que no estaba invitado a la fiesta para estos menesteres, entró con todo para desnudar a la defensa madridista y batir a un Courtois que poco pudo hacer. Ni medio minuto de segundo asalto de eliminatoria se habían disputado y ya todo estaba patas arriba.
De blanco y en el Metropolitano no se fallan penaltis
No estaba bien el Madrid, pero entonces Mbappé decidió que iba a hacer una genialidad. La cogió el francés, rompió a dos defensas del Atlético y Lenglet terminó cometiendo un penalti claro. Cogía aire el conjunto blanco, pero había que meterlo. Kylian se desentendía y Lucas protegía a Vinicius, el encargado de tirarlo. Cogió carrera el brasileño, se decidió a patear y… a las nubes para deleite del Metropolitano. Eligió mal día Vini para errar su primer penalti como jugador del Real Madrid.
Las notas del Real Madrid
- Courtois: 7
- Valverde: 7
- Asencio: 7
- Rüdiger: 8
- Mendy: 8
- Tchouaméni: 6
- Modric: 6
- Bellingham: 7
- Rodrygo: 6
- Vinicius: 5
- Mbappé: 7
- Lucas Vázquez: 7
- Camavinga: 7
- Brahim: 7
- Endrick: 6
- Ancelotti: 6