El Manchester City se entrenó este martes por última vez antes de viajar a la capital de España para enfrentarse mañaña al Real Madrid en el partido de vuelta del ‘playoff’ de la Champions. Pep Guardiola contó para esta sesión con las grandes novedades de Rubén Dias, Nathan Aké y Jack Grealish, quienes se ejercitaron con normalidad junto al resto del grupo.
Los tres futbolistas han estado jugando sin estar a pleno rendimiento, recayendo de sus problemas físicos e iniciando una recuperación que les forzaba a volver al equipo lo antes posible. No obstante, estarán disponibles para el decisivo partido que los pupilos de Guardiola disputan este miércoles en el Santiago Bernabéu.
Con quien no podrá contar Guardiola es con Manuel Akanji, indiscutible en el once del ex entrenador del Barça y que supone un importante contratiempo para los intereses del City. El central suizo sufrió una lesión en el abductor que le hará estar de ocho a diez semanas de baja. «El abductor está roto», lamentó el técnico catalán. «Tienes problemas defensivos toda la temporada en términos de recuperar a los jugadores y luego se lesionan de nuevo», agregó Guardiola.
Al Akanji le sustituyó Rico Lewis desde el banquillo en el duelo de ida, pero Guardiola tiene ahora la posibilidad de retrasar la posición de John Stones y preparar una fuerte línea defensiva formada únicamente por centrales. Estarían junto a Rúben Dias, Aké y un Gvardiol que fue de lo mejor que se pudo ver en los ‘citizens’ en el choque de ida en el Itihad.
Cabe recordar que Guardiola tampoco podrá contar para este importante choque con las bajas de larga duración ya conocidas del último Balón de Oro, Rodri Hernández y la del delantero noruego Oscar Bobb, quien se fracturó el peroné el pasado verano.
Sin embargo, no hay tiempo para las lamentaciones para el equipo de Mánchester. El City buscará una épica remontada como las que suele protagonizar el Real Madrid y Guardiola deberá encontrar soluciones a su esquema de juego. Y es que los ‘sky blues’ están obligados a darle la vuelta a un 2-3 en contra en el coliseo blanco. No conseguirlo significaría decir adiós a la Liga de Campeones antes de los octavos de final.