El Real Madrid logró ante el Valencia una de esas victorias que se recuerdan al final de temporada cuando uno termina entonando el alirón. Triunfos de esos que saben de una manera diferente. Que saben mejor. Los blancos sumaron tres puntazos tras una remontada épica en la que ganaron con un gol de Bellingham en el descuento y con 10 jugadores en el campo, ya que Vinicius había sido expulsado minutos antes del empate de Modric.
El Real Madrid hizo una primera parte mala. Preocupante. Ancelotti lo reconoció en sala de prensa. Los blancos no estuvieron en ningún momento a la altura de lo que se esperaba de ellos. Hugo Duro adelantó al Valencia y los blancos, aunque subieron ligeramente su nivel, no fueron capaces de lograr el empate. Diferente fue la puesta en escena en la segunda mitad, aunque también les costó.
Un penalti fallado de Bellingham, un gol anulado por milímetros a Mbappé y una expulsión de Vinicius. Tres momentos que parecían que iban a marcar el devenir de los blancos ante el Valencia, pero entonces apareció Bellingham para dejar claro que el inglés sí quería ser líder. Una asistencia a Modric y un gol en el descuento fueron suficientes para dar la vuelta al partido.
Esta victoria es de esas a las que se le ponen una categoría especial. Un triunfo de los importantes. El Real Madrid remontó y sumó tres puntos que permiten a los de Ancelotti ser líderes, aunque con un encuentro más que el Atlético de Madrid, y que empieza a abrir brecha con el Barcelona.
Con este triunfo, el Real Madrid comienza el mes de enero a lo grande. Venciendo en un estadio tremendamente complicado históricamente para los blancos. Ahora, los madridistas deben seguir concentrados, ya que el calendario se endurece notablemente.
Tres días después, viajarán a Cartagena para jugar los dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra la Deportiva Minera. Un encuentro siempre calificado como trampa, donde los madridistas están obligados a ganar y, en el caso de perder, el batacazo sería de esos que hacen daño. No obstante, la lógica dice que el vigente campeón de Europa ganará y empezará la aventura copera, que en este mes de enero, a mediados, les llevaría a jugar los octavos de final a partido único.
Sin tiempo casi para regresar a Madrid, los blancos se montarán en un avión para poner rumbo a Yeda, donde se medirán al Mallorca en las semifinales de la Supercopa de España. El reto de los de Ancelotti es jugar la final el día 12 contra Barcelona o Athletic y ganar el primer título de 2025 y el tercero de la temporada.
Dos finales en Europa
Y ya pasado el ecuador del mes de enero, el Real Madrid definirá su futuro en Champions. El riesgo de la eliminación parece disipado tras ganar en Bérgamo, pero ahora deben conocer su posición. Los blancos se medirán al Salzburgo en el Bernabéu y al Brest en Francia. El objetivo es ganar y golear para apurar sus opciones de acabar entre los ocho primeros, pero, como parece muy difícil, por lo menos tratarán de terminar lo más alto posible para asegurarse jugar la vuelta del playoff en casa.