El Real Madrid sumó su tercera derrota en los primeros 10 partidos que ha disputado hasta ahora en LaLiga Santander. Los blancos cayeron en el Di Stéfano contra el Alavés, en un partido en el que los fallos en las distintas parcelas del terreno de juego volvieron a condenarles. Más por demérito propio que por mérito del rival, los de Zidane se dejaron una vez más tres puntos más que importantes de cara a la lucha por el título, que les dejan seis puntos por detrás del Atlético de Madrid (que tiene un partido menos) y de la Real Sociedad.
Llegaba el Madrid al encuentro después de ganar y, sobre todo, convencer frente al Inter de Milán. Necesitados en Champions y plagados de bajas, los madridistas se impusieron por 0-2 a los italianos en su mejor partido de la temporada. Sin embargo apenas tres días después no fueron capaces de doblegar al Alavés, volviendo a la irregularidad a la que se están abonando esta temporada.
Según catalogó el propio técnico madridista, no tiene explicación para la derrota. Sin embargo, existen varios factores que terminaron decantando la balanza a favor de los babazorros y no todas están relacionadas directamente con la actuación de los madridistas en el encuentro.
Error de Courtois
El belga cometió un error que costó el segundo gol del Alavés. Cuando mejor estaban los madridistas, que habían regresado del vestuario con aires renovados y empezaban a inquietar bastante en las proximidades del área vitoriana, Joselu aprovechó una acción que aparentemente no tenía peligro alguno para poner el 0-2.
Varane entregó el balón atrás a Courtois para que el meta iniciase la jugada. El central salió como pudo de la presión de los de Machín y le pasó la pelota al portero. En lugar de despejar, el belga trató de sacarla jugada, cometiendo un error que impediría que el Real Madrid puntuase.
Joselu se anticipó al pase de Courtois para Casemiro y lo interceptó antes de que llegase al brasileño. No le tembló el pulso al delantero, que con el belga prácticamente en la frontal del área, optó por buscar desde lejos el palo corto y colocó su disparo para que el meta no pudiese llegar.
Un error a los que Courtois no acostumbra y que enmendó después. Pese a ser el principal responsable del gol encajado, en la segunda mitad evitó que el Alavés ampliase el marcador en las constantes contras de las que disponían, haciendo grandes paradas.
Fallaron el árbitro y el VAR
No estuvo exento de polémica el partido. Como todo lo que concierne al Real Madrid, las interpretaciones sobre lo que sucedió son dispares, aunque hay una jugada que no deja lugar a dudas: el penalti cometido sobre Marcelo. El brasileño estaba en el área contraria cuando, al querer tirar un desmarque, sufrió un tirón de pelo considerable por parte de Laguardia. El central debió ser expulsado por la agresión y el conjunto madridista tuvo que disponer de una pena máxima para tratar de empatar. Cordero Vega no lo vio y desde el VAR se negaron a corregir su error, que fue más que manifiesto.
No fue lo único que reclamaron los blancos. Minutos antes, Hazard se sacaba un disparo en la frontal que rechazó Pacheco. El rechace volvió a él y se zafó de un defensor antes de ser claramente zancadilleado. Su caída en el área tampoco se consideró punible ni por Cordero Vega ni por el reincidente González González, que lo vio desde los monitores de la sala VOR.
En lo que al penalti cometido por Nacho por mano, las imágenes no dejan claro si el balón le golpea en el hombro o en el brazo. La nueva normativa dice que un palmo por debajo del hombro no se considera mano, lugar en el que impactaría el balón. La interpretación del árbitro fue que era una acción sancionable y, como de costumbre, González González tampoco le hizo rectificar.
Plaga de lesiones
No es una justificación, pero influye directamente en el desarrollo del partido. La plaga de lesiones por la que atraviesa el Real Madrid tiene mermada a la plantilla. Hasta siete bajas tenía Zidane para el partido, de las que cuatro corresponden a titulares. Ramos, Benzema, Carvajal, Valverde, Jovic y Odriozola no estuvieron a disposición del entrenador del conjunto blanco, condicionando los recursos con los que cuenta la plantilla.
Por su fuera poco, a ellos se sumará casi con total seguridad para el próximo partido la de Eden Hazard. El belga no termina de explotar su juego a causa de las constantes lesiones. Ante el Alavés se retiró en el 28′, aquejado de unas molestias en el muslo.
Fragilidad defensiva
El Real Madrid contra el Inter recordó al mejor de la pasada temporada, que se tenía como clave la solidez defensiva para evitar que se les escaparan los puntos. Contra el Alavés volvieron a su peor versión. Sin Ramos ni Carvajal y con Marcelo en el lateral izquiero, los blancos volvieron a conceder en exceso y demostraron una vez más que atrás son un equipo frágil.
Marcelo volvió a quedar señalado en la jugada del primer gol. De una pérdida suya se inicia el ataque que desemboca en el penalti de Nacho. El futuro del brasileño en el equipo vuelve a quedar claro que no pasa por seguir siendo una opción a tener en cuenta para la línea defensiva, donde hace varias temporadas que no da la talla. Décima derrota liguera de Zidane tras su regreso y décima en la que Marcelo es titular, el único que ha estado en todas.
También está lejos de su mejor nivel Varane. Desde el partido contra el City en el que dos errores eliminaron al Madrid no es el mismo. Sin Ramos al lado deja al descubierto sus carencias y ante el Alavés fue uno de los responsables de que la zaga hiciera aguas. Abusa de mandar balones comprometidos a sus compañeros cuando se ve bajo presión y en uno de ellos llegó el fallo de Courtois, que acabó suponiendo el 0-2.
Poca efectividad
No termina de encontrar Zidane un tridente que le resuelva los problemas de puntería. Una vez más, los madridistas pecaron de falta de efectividad. Pacheco se convirtió en uno de los grandes protagonistas del partido por sus intervenciones, pero aún así los blancos fallaron goles cantados. Mariano tuvo dos remates de cabeza claros que no entraron, Rodrygo y Vinicius tampoco acertaron, al igual que Kroos, que definió mal en dos ocasiones en la misma jugada. A lo que se suma el larguero de Isco en la última del partido.
Los fantasmas vuelven a sobrevolar el área en cada oportunidad y prueba de ello son los 20 remates que hicieron durante el encuentro, de los que nueve fueron entre los tres palos y sólo uno acabó en gol. En esta ocasión, los de Zidane sí que generaron en ataque, pero una vez más la pelota se negó a entrar.