El Rayo mete mano al Madrid
El Real Madrid se deja dos puntos en Vallecas en un partido que empezó ganando con un gol de Joselu
Un penalti involuntario y estúpido de Camavinga propició el empate y los blancos fueron incapaces de volver al partido
Un penalti por una mano involuntaria y estúpida de Camavinga le costó al Real Madrid la victoria en Vallecas. El Rayo, con nuevo entrenador, planteó un duelo de pierna fuerte y los blancos, que tuvieron el partido ganado se fueron de él tras el penalti y nunca más volvieron. Rotó Ancelotti tras la Champions y el Madrid fue de más a menos. Si el Girona gana este lunes en San Mamés volverá a ponerse a tres puntos de los blancos. Igual hasta hay Liga. O no.
Rotaba Carletto en Vallecas. Era previsible. Después de un partido de Champions era hora de recetar descanso a los veteranos Carvajal y Kroos y de conceder de nuevo minutos de titular al cumplidor Joselu, que no será Mbappé pero mete goles. Uy, ya he dicho Mbappé y me había prometido no escribir Mbappé en esta crónica. Era imposible.
Al once del Real Madrid le faltaban los lesionados de larga duración (Courtois, Alaba y Militao), los de corta (Rüdiger y Bellingham) y el sancionado Mendy, capaz de meter un gol de rabona y hasta en propia puerta. Ancelotti eligió para medirse al Rayo Vallecano un once con Lunin, el hombre que cerró el debate de la portería, bajo los palos. La defensa era para Lucas, Tchouaméni, Nacho y Fran García. Por delante formaban Camavinga, Modric –que ha quedado para estas batallitas–, Fede Valverde y Brahim. Arriba, Vinicius acompañaba al titular Joselu.
Mbappé ya es jugador del Real Madrid: el fichaje se cerró el lunes por la noche en París https://t.co/arx9gxCYs5
— Eduardo Inda (@eduardoinda) February 16, 2024
El duelo nació con vértigo y sin centro del campo como suele ser habitual en Vallecas. El Rayo Vallecano hizo la ida con una liada que montaron entre Lunin y Camavinga que desperdició RdT complicándose a vida en el área. De ahí el Real Madrid montó una contra que aceleró Fede Valverde desde el costado derecho, acompañó Joselu por el centro, se quedó enganchado Aridane y a media salida Dimitrievski. Marcó Joselu con una gran finalización de zurda, pero la asistente de Muñiz Ruiz levantó la bandera para anularlo. Corrigió el VAR y dio por bueno el 0-1.
Joselu cogió su fusil
Pues nada. El Real Madrid había encarrilado el derbi por la vía rápida. No se conformaron los de Ancelotti y siguieron buscando la espalda a la desnortada defensa rayista. Vinicius las quería todas como si quisiera demostrar algo a alguien. Se gustaban los blancos ante un Rayo Vallecano que no la olía. La mejor noticia para los locales fue llegar al minuto 25 sin haber encajado el segundo.
Lo hicieron en el 21, otra vez con gol de Joselu, pero en el centro previo de Lucas Vázquez la pelota había salido por la línea de fondo, así que el tanto fue anulado. También se asomó el Rayo al área de Lunin con una volea de Trejo que desvió a córner Camavinga. La pelota le tocó en la mano, aunque no iba ni mirando. El colegiado dio córner pero el VAR le advirtió para que lo viera y corrigiera su decisión. Lo hizo y pitó penalti. La pena máxima la ejecutó Raúl de Tomás, que se la quitó a su compañero Isi. El ex madridista anotó el penalti por el centro y puso las tablas en Vallecas.
El gol espoleó a los locales, que apretaron a un Real Madrid que se despistó y perdió el hilo y se fue del partido. Eso en Vallecas se suele pagar muy caro. Brahim consiguió reconducir al equipo de Ancelotti y empezó a mejorar cada jugada. En el 34 un voleó de Fede Valverde desde la media luna del área se estrelló contra el palo derecho de Dimitrievski. Vallecas ahogó un suspiro. Como el que luego daría al ver cómo un maravilloso pie de Lunin a un tiro a bocajarro de Álvaro García evitar el 2-1 tras una obscena pérdida de balón de Modric ante Sergio Valentín.
El partido languideció un poco hasta el descanso. Llegó vivo el Rayo, despistado el Real Madrid y empatado el partido. Regresamos del intermedio precisamente con un despiste, el de Tchouaméni que le regaló una pelota fácil a Álvaro García. Se entretuvo el rayista y se rehízo el central para desviar a córner y evitar males mayores.
Se desconecta el Madrid
Respondió el Real Madrid con una galopada de Camavinga, que asistió a Brahim en el área. Lejeune se cruzó para desviar el disparo con la diestra del madridista. El Rayo perdió rápido a Isi, que se marchó en el 55 sustituido por De Frutos. Ancelotti trataba de entender qué gaitas (nunca mejor dicho en un día como hoy) le estaba pasando a su equipo. Puso a calentar a todo su banquillo, incluido el mismísimo Toni Kroos.
El partido se empezó a hacer bola. Perdió ritmo y entró en una sucesión de pérdidas estúpidas y guerras de guerrillas. El Rayo interrumpía cada jugada sin rubor ante la permisividad del colegiado. Lo pasaba mal el Real Madrid que necesitaba cambios con una urgencia que no terminaba de ver Ancelotti. Le sonó la alarma del Nokia en el 70 y metió a Rodrygo por Brahim, muy desdibujado tras su exhibición en la Champions, y a Kroos por Camavinga, que había sido amonestado por protestar.
Al Real Madrid le quedaba un cuarto de hora para intentar enderezar un partido que se le había puesto más que torcido. Replegó el Rayo y se pertrechó atrás en torno a Dimitrievski. Precisamente el meta rayista voló en el 79 para dibujar una de las paradas de la Liga a una falta botada por Kroos con la precisión de un sexador de pollos.
En el 86, tarde y mal, Ancelotti quitó a Modric para meter a Güler por si sonaba la flauta. No sonó, aunque sí para Carvajal, que vio dos amarillas justísimas en dos minutos, y el Real Madrid se marchó de Vallecas con un empate que sabe a poco y dos puntos de recorte que le hacen el Barcelona y el Atlético, todavía demasiado lejos para inquietar, y quién sabe si también lo hará mañana el Girona, que tiene un partido peliagudo en San Mamés.