A Rafa Benítez le cambió la vida en siete meses, los que fueron del 3 de junio de 2015 al 4 de enero de 2016. El primer de esos dos días el Real Madrid anunció el fichaje del técnico madrileño como su nuevo entrenador. El segundo, su despido. Ahora, más de ocho años después de aquello, Benítez vuelve por primera vez al Santiago Bernabéu.
Con un Celta viviendo agónicamente el año de su Centenario, Benítez se planta ante su pasado cuando su presente no es precisamente ilusionante. Rafa acumula pitadas en Balaídos y pese a su última victoria -ante el colista Almería- las críticas no han cesado.
Un entrenador de su categoría, con una experiencia ya en los grandes banquillos de Europa, salió trasquilado de la exigencia que es el Real Madrid. Benítez no se supo adaptar al día a día del club más importante del mundo, incomparable a cualquier otro. Llegó más tarde de lo que quizá ambas partes hubieran querido y se fue antes de tiempo.
Es esta la primera vez que Rafa Benítez pisará el Bernabéu tras su despido a inicios de 2016. No visita el coliseo blanco un hombre de la casa madridista como él desde el 30 de diciembre de 2015, día en el que ganó a la Real Sociedad (3-1). Quizá todavía se pregunta cómo sí se comió las uvas ese año en el banquillo blanco y cómo no llegó a comerse el roscón de Reyes.
El Real Madrid despidió a Benítez en 2016
La explicación estuvo en la poca confianza que tenía de su vestuario, con quien no tenía mucho feeling, así como un equipo que vivía peligrosamente en el alambre. Había perdido 0-4 ante el Barcelona en el Bernabéu, venía de empatar en Mestalla… no se veía futuro en aquella relación. Zinedine Zidane le sustituyó y el resto es historia, una historia que se comenzó a construir precisamente ese año con la 11ª Copa de Europa.
La vida ha cambiado mucho desde entonces. Rafa Benítez entrena ahora a un club histórico del fútbol español, pero un equipo que se limita a luchar por la salvación. Desemboca en Vigo una carrera que se tambaleó tras el despido de Chamartín y que fue desde Newcastle (con un año en la segunda división inglesa) al Everton pasando por China.
Ocho años después Benítez sigue teniendo ese punto de resquemor que se queda cuando no se logran los objetivos que se te encomiendan. En los últimos años ha ido demostrándolo con declaraciones no muy cariñosas al que fue su club.«No nos dejaron ganar», llegó a decir en una ocasión.
Ahora, preguntado por ello en La Voz de Galicia, justifica Rafa Benítez que aquella temporada en el Real Madrid «no gastamos mucho» y que lo que vivió «era una situación especial y aun así no estábamos mal». «La paciencia en algunos equipos se agota antes», añade el entrenador del Celta sobre aquella media temporada en el conjunto blanco.
Rafa Benítez aprendió del Madrid
En esa entrevista Benítez destacaba su gran trayectoria en el Real Madrid: «Con 13 años estaba jugando en las categorías inferiores, estuve hasta los 20; luego, la lesión; después, cedido; volví con 26 de entrenador y estuve otros quince».
El actual entrenador del Celta, eso sí, reconoce que el Real Madrid aporta cosas que se le quedan a uno en su carrera: «Yo he crecido con la idea de que ser segundo no vale para nada, que hay que ser primero y competitivo y con la idea de que los mejores continúan y los otros dejan paso. Mi educación ha sido la de ser competitivo en todo».
Ocho años después la historia es diferente para unos y otros. El Madrid acertó con aquella destitución a tenor de lo que vino. Zidane, su sustituto, ganó dos Copas de Europa y una Liga entre otros títulos. Benítez entrena ahora al Celta, que le encomendó el reto de que en su Centenario no sufrieran tanto para salvarse en Primera y sin embargo siguen sufriendo.