De Burgos Bengoetxea incumplió el protocolo contra el racismo durante el partido entre Valencia y Real Madrid de la Liga Santander después de no suspender el partido por los persistentes insultos racistas de una parte de la grada de Mestalla contra Vinicius. Minutos después de anunciar por megafonía que los insultos racistas debían detenerse, cuando Vinicius fue expulsado, dichos gestos racistas volvieron a producirse y el árbitro de la contienda tuvo que mandar a los equipos a vestuarios en ese preciso momento.
En el minuto 72 de partido, Vinicius se giró contra un sector de la grada de Mestalla tras recibir varios insultos racistas donde le llamaban «mono». Y señaló a los aficionados que le estaban insultando. Ya antes del partido, en la llegada del Real Madrid al estadio valencianista, un numeroso grupo de aficionados insultó al jugador brasileño con el cántico de «Vinicius eres un mono».
Tras varios minutos con el partido detenido, De Burgos activó el protocolo contra el racismo. Habló con Vinicius, con Ancelotti y con delegado del Valencia. Y se anunció por megafonía que «no se tolerarán insultos racistas» y que el árbitro amenazaba con suspender el partido si estos persistían. Eso ocurrió en el minuto 76.
Pero el protocolo para De Burgos se quedó en el primer paso, que dice lo siguiente: «El árbitro detendrá el partido y comunicará al delegado de campo la existencia de violencia verbal continuada. El delegado, bien a través de la megafonía del campo o personalmente, advertirá a los autores para que depongan su actitud».
De Burgos incumplió el protocolo
Pero varios minutos después, concretamente en el 93, comenzó la tangana que terminó con la expulsión de Vinicius. Cuando el brasileño fue expulsado, alrededor del minuto 97, los insultos racistas desde un sector de la grada de Mestalla volvieron a producirse de manera evidente. En ese momento, De Burgos tuvo que iniciar el segundo paso del protocolo y mandar a los equipos a los vestuarios. Pero no lo hizo. Por lo tanto, el colegiado incumplió el protocolo.
— Adrián González Helguera (@adrihelguera) May 21, 2023
Tras el anuncio de megafonía, y después de la expulsión de Vinicius, los insultos racistas por parte de un sector de Mestalla continuaron. En ese momento tuvo que iniciarse el paso dos del protocolo: «Si persiste la violencia verbal, habiendo sido advertido al público con anterioridad, el árbitro suspenderá temporalmente el partido e invitará a los equipos a retirarse a los vestuarios. Se repiten los mensajes por megafonía».
Los insultos racistas persistieron
De Burgos Bengoetxea incumplió el protocolo tras la expulsión de Vinicius, ya que los insultos racistas persistieron en Mestalla. Inició el protocolo, paró el partido y se avisó por megafonía. Pero tuvo que suspender el partido, ya que hay pruebas clarividentes de que los insultos racistas continuaron después del aviso.
Si los equipos hubiesen sido retirados, los insultos racistas hubiesen persistido y los aficionados no hubiesen sido expulsados, aspecto al que no se llegó porque el partido no llegó a suspenderse, el protocolo habría activado su tercer paso: «Suspensión definitiva del partido. Si las autoridades de los actos de violencia verbal no pudieran ser expulsados o si se reprodujeran otros actos semejantes por nuevos espectadores una vez aplicadas las medidas anteriores, el árbitro acordará la suspensión definitiva del partido».
El presidente de la FIFA, Infantino, ha recordado este lunes el protocolo, afirmando que debe cumplirse en todas las competiciones, y donde queda claro que De Burgos lo incumplió al no suspender el Valencia – Real Madrid después de los persistentes insultos racistas a Vinicius en Mestalla: «Es por eso que existe el proceso de tres pasos en las competiciones de la FIFA y se recomienda que se use en todos los niveles del fútbol. En primer lugar, se detiene el partido y se anuncia. En segundo lugar, los jugadores abandonan el terreno de juego y el anunciador dice que, si continúan las agresiones, se suspenderá el partido. El partido se reanuda, y en tercer lugar, si continúan las agresiones, el partido se detendrá y los tres puntos serán para el adversario. Estas son las normas que deberían aplicarse en todos los países y en todas las Ligas. Está claro que es más fácil decirlo que hacerlo, pero tenemos que hacerlo y tenemos que apoyarlo mediante la educación».