Día uno después de no poder fichar a Kylian Mbappé en Valdebebas. El Real Madrid hizo lo posible y lo imposible para intentar hacerse con los servicios del delantero francés en este mercado de verano. Los blancos llegaron a poner encima de la mesa 200 millones de euros por un jugador que en cuatro meses será libre para negociar por el equipo que quiera, donde recalaría a coste cero el próximo 1 de julio. Pero el PSG no quiso aceptar ninguna de las propuestas realizadas por la entidad madridista, por lo que el delantero continuará, de momento, en París y la hoja de ruta varía.
La idea del Real Madrid era comenzar este verano el tercer gran proyecto de Florentino Pérez con el fichaje de Mbappé. Repitiendo lo que sucedió en el año 2000 con la contratación de Figo y en 2009 con las incorporaciones de Cristiano Ronaldo y Benzema, la idea era que ahora llegase el delantero francés y el próximo año seguir dando forma a la que se espera que sea una nueva era. Kylian se ha quedado en París, pero los blancos, con alguna variación, mantienen su plan.
Ante la imposibilidad de fichar a Mbappé, decidieron adelantar un año llegada de Eduardo Camavinga. A pesar de que el mediocentro francés tenía asumido que saldría del Rennes el próximo año a coste cero, los acontecimientos han propiciado la llegada del futbolista de 18 años, que se ha convertido en la primera piedra de la tercera era galáctica madridista. Con el centro del campo renovado (Modric, Kroos, Casemiro y Valverde han ampliado sus contratos este verano) y garantizado para el futuro, ya que el uruguayo, el francés y Antonio Blanco permitirán el cambio generacional en la medular, sin olvidarse de Paul Pogba, que acaba contrato con el Manchester United, no está por la labor de aumentarlo y a sus 28 parece decidido a dar el salto al Real Madrid, los blancos miran otras posiciones.
Con la portería más que asegurada y el centro del campo blindado, la gran renovación del Real Madrid para el verano de 2022 estará en la delantera. Por un lado, esperan que Kylian Mbappé resista todas las presiones a las que se va a ver sometido en estos cuatro meses, que se pueden hacer muy largo, no renueve y termine aterrizando en julio en el Santiago Bernabéu a coste cero, aunque previo pago de una prima de ficha que superará los 40 millones de euros. El contrato está más que hablado, ya que firmará por seis temporadas y mejoraría el salario de 24 millones que cobra actualmente en el PSG.
El otro gran objetivo es Haaland. El Real Madrid tiene muy avanzada la llegada del delantero noruego, que este verano ha dicho no a clubes como Chelsea, Manchester City o PSG. La entidad madridista tiene músculo económico suficiente para poder afrontar una operación que rondará los 75 millones de euros, aunque el club blanco es consciente de que Mino Raiola, agente del delantero, no lo pondrá fácil.
Un defensa bueno, bonito y barato
También está en el plan que la defensa sufra pequeños retoques. El lateral derecho será el mismo tras las renovaciones de Carvajal y Lucas Vázquez, sin olvidar que Odriozola sigue teniendo contrato y Marvin viene pisando fuerte desde la cantera. En el lateral izquierdo sí habrá novedades. Marcelo saldrá, mientras que Mendy es una incógnita. La ideal sería que el francés y Miguel Gutiérrez fuesen los zagueros zurdos el próximo año. Por último, el club busca un central. Alaba, Militao y Nacho son fijos, pero el plan es reforzar esa zona. Rudiger, que finaliza contrato con el Chelsea, es una posibilidad, sin perder de vista a jugadores como Koundé o Pau Torres.