La eliminatoria de cuartos de final de la Champions League contra el Real Madrid le ha llegado al Chelsea en el peor momento en tres décadas. El conjunto blue se encuentra en una profunda crisis deportiva, después del cambio de propiedad del pasado verano. No han sabido competir como han acostumbrado en los últimos años, a pesar de la fuerte inversión de su nuevo dueño, Todd Boehly, lo que les ha llevado a estar en una situación crítica tanto en la Premier, como en la máxima competición.
Para ver al Chelsea tan mal hay que remontarse a la temporada 93-94, en la que finalizaron en decimocuarta posición con 51 puntos, en una liga que contaba con 22 equipos por los 20 de ahora. A estas alturas, tras 31 jornadas disputadas, el equipo blue contaba con tres puntos menos de los que tiene ahora, 36 de entonces por los 39 que han logrado hasta el momento este curso.
Los de Londres entonces no participaban en competición europea, algo que sí que hicieron en la temporada 2015-16, cuando defendían un título que se acabó llevando el Leicester y el equipo londinense terminó la Premier en el décimo puesto, uno por encima del actual. Aquella campaña cayeron en octavos de final de Champions ante el PSG, pero a estas alturas contaban con tres puntos más de los que suman hoy y encadenaban 15 partidos seguidos sin perder en el campeonato.
Su situación antes de recibir al Real Madrid es más que complicada. La llegada de Frank Lampard al banquillo no ha hecho más que mantener la racha negativa de resultados con la que se cesó a Potter. Tres partidos del nuevo técnico y tres derrotas, la última este fin de semana ante el Brigthon en Stamford Bridge, con remontada incluida.
Un mes sin ganar
Para ver el último partido ganado por el Chelsea hay que remontarse al 11 de marzo, ante un Leicester que ahora mismo marcha penúltimo en la Premier League. Venía el equipo inglés de darle la vuelta a la eliminatoria de octavos contra el Dortmund, tras perder en la ida por 1-0 y ganar en su estadio 2-0. Desde aquellos dos partidos, suman dos empates y tres derrotas en la competición doméstica, a la que se suma la sufrida en el Bernabéu. En estos últimos seis partidos, los blues sólo han sido capaces de marcar tres goles, encajando nueve.
Ahora, el Chelsea tiene la difícil tarea de tratar de darle la vuelta al 2-0 adverso ante el Real Madrid. Lo harán con muchas dudas y con bajas importantes como la de Koulibaly y Chilwell, por lesión y sanción, respectivamente, mientras que Havertz que llega entre algodones. Pero más allá de las ausencias, lo realmente preocupante es la actitud y el fútbol mostrados en los últimos encuentros, con un planteamiento y unos fallos impropios de un equipo de máximo nivel.
