Tranquilidad y pensando en la Champions. Las palabras de Joan Laporta atacando al Real Madrid de manera injustificada durante la comparecencia que el presidente ha llevado a cabo en la mañana del lunes no afecta lo más mínimo a una institución blanca que solo tiene entre ceja y ceja sellar el martes el pase a las semifinales de la máxima competición continental. «Nada nuevo bajo el sol», aseguran desde el hotel de concentración de Londres. Después de la eliminatoria ya podría ser diferente.
Las relaciones entre Real Madrid y Barcelona se han roto un poco más, si cabe, tras la comparecencia de prensa de Laporta, donde aseguró que «hay un club que se ha personado como acusación particular, el Real Madrid». «Es un club que ha sido favorecido por decisiones arbitrales históricamente. Un club que ha sido considerado el equipo del régimen», continuó diciendo el máximo mandatario azulgrana.
Joan Laporta prosiguió asegurado que «durante siete décadas, la mayoría de los presidentes del Comité de Árbitros han sido ex socios, ex jugadores o ex directivos del Real Madrid, y algunos todos a la vez». «Durante 70 años, las personas que debían impartir justicia en el terreno de juego ha sido gente relacionada con el Real Madrid. Que este club alegue que se siente perjudicado me parece un ejercicio de cinismo sin precedentes. Confío que este juicio les desenmascare y les ponga en su sitio», agregó.
La relación idílica que unía a los dos transatlánticos de nuestro fútbol ya no es así. Juntos iban y van de la mano en el proyecto de la Superliga, pero también en sus batallas particulares contra la Liga de Javier Tebas y son los mejores socios de la Federación de Luis Rubiales, pero desde que Florentino Pérez descolgase el teléfono para llamar a Joan Laporta e informarle de la decisión que se había alcanzado en la reunión de urgencia que había mantenido la Junta Directiva madridista en Valdebebas, todo cambió.
El presidente del Real Madrid informó a su homólogo azulgrana de la decisión del club blanco de personarse como acusación particular en el Caso Negreira contra el que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros y del propio Barcelona, en cuanto el juez lo abra a las partes perjudicadas. De manera independiente y sin ir de la mano de la Liga, como sí lo harán el resto de clubes. Esta decisión molestó a un Joan Laporta que advirtió a Florentino Pérez de que no era necesario tomar dicha decisión, algo que el máximo mandatario madridista y su directiva no contempló. «Hemos esperado a los tiempos de la justicia y hemos hecho lo que teníamos que hacer», aseguran desde el club blanco.
El Real Madrid se siente perjudicado por la presunta corrupción continuada en el deporte por la que la Fiscalía denunció al Barcelona y se sienten legitimados para tomar esta decisión. Además, el club blanco ha esperado a que la justicia actuase para dicha decisión.