El Clásico copero de ida de semifinales no será uno más. Será el primer enfrentamiento entre Real Madrid y Barcelona desde que se revelasen los pagos del conjunto culé durante casi dos décadas al ex número dos de los árbitros, Enríquez Negreira, y a su hijo. Precisamente, el elegido para estar en el VAR ha sido José Luis González González, colegiado al que se vio llegar en 2015 al Camp Nou para pitar un partido también de Copa, ante el Atlético, acompañado de Javier Enríquez.
El ponferradino fue uno de los árbitros a los que el hijo de Enríquez Negreira acompañó en alguna ocasión al Camp Nou. Tal y como contó en OKDIARIO la mujer del que fuera vicepresidente del CTA ordenaba a su hijo recoger a los colegiados: «Acompáñalo al hotel, que luego voy yo y comemos». En esta ocasión, fue antes de un Barça-Atlético de Copa que acabó con victoria polémica de los azulgranas.
González González cumple su tercera temporada como miembro del cuerpo específico del videoarbitraje y, en ellas, no ha hecho más que sumar polémicas contra el conjunto madridista. Sin ir más lejos, en el último encuentro que jugaron los dos grandes de nuestro fútbol, en la final de la Supercopa de España, no avisó al colegiado del encuentro para que revisase una durísima entrada de Araujo sobre Vinicius que le debió valer la expulsión.
También el curso pasado permitió una agresión sobre el brasileño. En el partido disputado en Vallecas entre el Rayo y el Real Madrid en la temporada 21-22 pasó por alto un bofetón de Balliu a Vinicius. Una acción merecedora de nuevo de roja y que se quedó sin sanción alguna.
La Liga del Atlético
Pero los errores más flagrantes que ha cometido contra el Real Madrid son los que le costaron la Liga en la temporada 2020-2021. González González estuvo al frente del VAR en varios de los pinchazos del conjunto blanco aquella temporada, en la que quedó segundo a dos puntos del Atlético. Hasta nueve puntos se les escaparon a los madridistas en ese curso por sus fallos.
Tres de esos partidos acabaron en empate –contra la Real, el Betis y el Sevilla–, mientras que otro frente al Alavés en Valdebebas terminó en derrota. En este último no vio un tirón de pelo a Marcelo, ni un penalti a Hazard. En el resto se le escaparon una pena máxima cometida sobre Vinicius ante los donostiarras, dos manos en el área frente a los verdiblancos y, contra los hispalenses, sí que señaló la mano surrealista de Militao que anulaba una pena máxima sobre Benzema en la jugada posterior y obvió otro a Casemiro en el último minuto del partido.
