José Mourinho tiene claro que el Tottenham no puede prescindir de Harry Kane. El delantero es la estrella del conjunto londinense y su marcha dejaría un vacío enorme en una plantilla que esta temporada ha demostrado que necesita una gran renovación. Antes de que la pandemia del coronavirus lo parase todo, los Spurs estaban fuera de los puestos europeos en la Premier League y eliminados en los octavos de final de la Champions. Por todo esto, el luso no dudó en rechazar una oferta más que interesante del Real Madrid por el goleador.
El club blanco estaba dispuesto a ofrecer una cantidad cercana a los 60 millones de euros en una operación en la que se incluía a James Rodríguez y Gareth Bale. Sin duda, si Mourinho no hubiese mostrado su negativa, hubiésemos estado ante uno de los mayores trueques de la historia del fútbol, confirmando que el mercado futbolístico va hacia un cambio de cromos al más puro estilo NBA. La crisis del coronavirus ha debilitado la economía de los clubes y el cambio de cromos será una tónica habitual.
Hay que recordar que OKDIARIO ya desveló que Mourinho iba a ser el principal obstáculo que se iba a encontrar el Real Madrid a la hora de tratar de fichar al delantero inglés. El luso garantizó resultados al Tottenham siempre y cuando el club hiciese un esfuerzo en verano y fiche a futbolistas que le permitan al equipo dar un salto de calidad. Por lo tanto, ni se plantea que Kane pueda salir.
Mourinho se opone a la salida de su estrella, a la que tendrá que convencer de que en el Tottenham puede seguir estando en la élite más absoluta del fútbol. Hay que recordar que Kane ya ha declarado públicamente que su continuidad en el Tottenham dependerá de la dirección del club. “Amo a los Spurs, siempre amaré a los Spurs, pero siempre he dicho que si no siento que vamos en la dirección correcta, entonces no soy alguien que se quede allí por el simple hecho de hacerlo. Soy un jugador ambicioso, quiero convertirme en un jugador top”, manifestó el atacante.
Un fichaje imposible
Además, Kane, que ha ido creciendo en el Tottenham desde su cantera hasta convertirse en la estrella absoluta del club, tiene claro que sólo dejaría su casa futbolística para jugar en el Santiago Bernabéu, aunque parece que el Real Madrid en estos momentos da por imposible su fichaje.
El Madrid tiene prácticamente decidido arrojar la toalla por el delantero. Nadie oculta por el club que gusta mucho el ariete. A sus 27 años es un ‘9’completo, un devorador del área, un goleador, justo lo que necesitan los de Zidane, pero también son consciente de las dificultades que entrañan unas negociaciones con Daniel Levy y de la dura posición de Mourinho. La entidad presidida por Florentino Pérez no está dispuesta a comenzar esta batalla en estos tiempos tan complicados para todo.