Los blancos explotan contra el trato de LaLiga y el CTA

Los motivos del enfado del Real Madrid

Las polémicas acciones contra el Levante hacen explotar al Real Madrid. El enfado en el club viene provocado por un cúmulo de acontecimientos que guían a los blancos a liderar la creación de la Superliga

No gustó nada en el Real Madrid la actuación de Medié Jiménez en la derrota ante el Levante o, más bien, la de Cuadra Fernández desde el VAR. El conjunto blanco no dudó en mostrar su malestar con las decisiones tomadas por los árbitros, al considerar que condicionaron el partido desde los primeros minutos. La roja directa a Éder Militao en el minuto 7 y el penalti decretado desde la sala VOR, que rectificó la decisión inicial del colegiado, hicieron explotar a los madridistas, tanto en la grada, como en el palco.

A los gritos de los futbolistas no convocados por el tándem Zidane-Bettoni para el partido, reclamando que fuese al VAR a revisar la falta de Vinicius que terminó en pena máxima por haberse cometido fuera del área, se sumaron las palabras de un siempre correcto Emilio Butragueño, al finalizar el choque. El director de Relaciones Institucionales del conjunto blanco apuntó sobre la expulsión de Militao que «la amarilla era suficiente», al considerar que no era ocasión manifiesta de gol, tras la dirección que tomó el balón al ser controlado por Sergio León.

Pero las decisiones del colegiado catalán sobre el campo y de Cuadra Fernández desde Las Rozas sólo fueron la gota que colmó el vaso. Desde el club, el enfado con las instituciones como LaLiga o la Federación viene de lejos. En la presente temporada, se han dado un cúmulo de circunstancias que han ido encendiendo al conjunto blanco y que terminaron por hacerles explotar con la derrota ante el Levante.

Disparidad de criterios en el VAR

Las dos decisiones tomadas por Medié Jiménez en el encuentro frente a los granotas en contra de los intereses madridistas fueron rectificadas por el várbitro. Primero, Cuadra Fernández llamó al colegiado para visionar la acción de Militao, en la que se mostró de primeras una tarjeta amarilla. Después, se le avisó de que la falta señalada sobre Clerc de Vinicius había sido cometida sobre la línea y, por lo tanto, era penalti.

Es en la primera en la que se reclama la disparidad de criterios. El colegiado entendió en primera instancia que la falta de Militao sobre Sergio León era merecedora de amarilla. Consideró entonces que o bien el central no era el último hombre o que no era una acción manifiesta de gol. Sin embargo, desde el VAR le espetaron a revisar en el monitor una de las llamadas ‘jugadas grises’.

No es la primera vez que el conjunto blanco se siente perjudicado por este tipo de decisiones. Desde el Comité Técnico de Árbitros advierten que el VAR sólo interviene en errores claros y manifiestos del colegiado de campo y, sin embargo, los blancos han denunciado en más de una ocasión que esta y otras muchas premisas no se terminan de cumplir.

Decisiones cuestionables

Desde que comenzó el curso, una serie de decisiones han condicionado el rendimiento del Real Madrid en las competiciones nacionales. Tanto en Liga como en Supercopa y Copa, el conjunto blanco se ha sentido perjudicado por decisiones más que cuestionables del colectivo arbitral. En total, el cálculo de puntos que el videoarbitraje le ha impedido a los madridistas sumar esta temporada en el campeonato es de nueve, que mejorarían claramente la posición de los de Zidane en la clasificación.

El conjunto madridista reclamó en el primer partido del curso ante la Real Sociedad (0-0) una pena máxima no señalada sobre Mendy. Más incidencia tuvo en la derrota frente al Alavés (1-2) en la jornada 11, donde el VAR falló al no señalar el famoso penalti por el tirón de pelo a Marcelo, ni otro claro de Duarte sobre Hazard. Contra el Elche (1-1), se pitó un agarrón de Carvajal a Barragán pero no uno cometido sobre Benzema, en el que tampoco entró el VAR. Dos jornadas después, Casemiro recibió otro clamoroso contra Osasuna (0-0) del que no se vio ni repetición.

En la Supercopa, la última jugada del partido fue revisada por una posible mano de Capa, mientras que la retransmisión del encuentro centraba su atención en otra acción en la que no había nada punible. En Copa, los blancos reclamaron un claro penalti sobre Militao en el área del Alcoyano que el colegiado no vio y que no se pudo revisar al no haber VAR en dieciseisavos.

Castigo excesivo respecto a sus rivales

El último Clásico marcó un punto de inflexión en la forma de pitar al conjunto madridista. Desde el penalti de Lenglet sobre Sergio Ramos y el consiguiente lloro de Ronald Koeman, representando el sentir del Barça, el balance arbitral ha dado un vuelco. En lo que se refiere a los blancos, se ha observado un cambio en el criterio que es mucho más riguroso a la hora de señalar acciones en contra del Real Madrid.

Se pudo comprobar en la expulsión a Militao frente al Levante, sin ir más lejos, aunque son muchos los casos. Y es que además de mostrarse una inflexibilidad clara en contra de los intereses de los de Zidane, con el rival hay más permisividad. Prueba de ello es que desde aquel encuentro en el Camp Nou, a los blancos no les han pitado penaltis a favor, mientras que sobre la portería de Courtois se han lanzado ocho, muchos de ellos, como decimos, muy rigurosos o precedidos de acciones contra los jugadores del conjunto blanco en las que se miró para otro lado.

Maltrato institucional

Otra de las razones que cargan el enfado del Real Madrid es el maltrato de LaLiga o del propio CTA. Los hechos señalados anteriormente se suman a los constantes feos que reciben desde el organismo que dirige Tebas. El presidente de la patronal carga cada vez que tiene ocasión contra el club blanco y su directiva. La defensa de los intereses de los equipos que conforman la institución no es paritaria.

Los blancos han tenido que tragar en los últimos tiempos con la utilización por parte de Javier Tebas de la imagen del club para sacar partido de los operadores televisivos, viéndose claramente perjudicados por los horarios y el calendario y llegándose a poner en peligro incluso la integridad de jugadores y cuerpo técnico. El viaje del equipo a Pamplona, en medio de la tremenda nevada que azotó Madrid, indignó a los madridistas, que se vieron víctimas de una encerrona del presidente de LaLiga.

Fue el propio presidente del Real Madrid quien se quejó sobre el trato que recibe el club respecto al resto de equipos, no sólo por parte de las instituciones, sino también en los medios de comunicación. Florentino Pérez puso en la Asamblea Ordinaria el foco sobre la operadora encargada de la realización de las emisiones, Mediapro, principal socio de LaLiga. El máximo mandatario dejó claro que «en la televisión, hay veces que no repiten las jugadas que son muy importantes», lo que quedó patente en partidos disputados después de expresar su queja.

La Superliga en el horizonte

Ante el cúmulo de sucesos que cargan el enfado madridista, la salida más viable para el Real Madrid es la Superliga europea. El conjunto blanco es uno de los líderes del proyecto ideado por los grandes equipos del viejo continente y, a la vista de los últimos acontecimientos, se han cargado de razones para defender aún más la creación de la competición en un futuro no muy lejano. Los clubes de la ECA están estudiando la forma de adaptar la idea a las exigencias de la UEFA y la FIFA, para poder dar viabilidad a una competición que transforme de manera radical a la actual Champions League.

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