Zinedine Zidane sigue dándole vueltas al once inicial que alineará en el Clásico que este miércoles mide a Barcelona y Real Madrid en el Camp Nou. El técnico francés permanece alejado de la polémica extradeportiva que rodea y condiciona el partido, y permanece centrado en qué hacer con sus jugadores para sacar el máximo rendimiento de un equipo que va a por los tres puntos en la Ciudad Condal. En el puzzle de Zizou hay un puesto que baila entre dos candidatos: Isco y Luka Modric.
A pesar de que la idea inicial de Zidane era la de completar su habitual trivote en el centro del campo con Isco en el puesto de mediapunta, en las últimas horas ha ganado fuerza el nombre de Modric como posible sustituto del malagueño, haciendo las veces de enlace entre el medio y la delantera. El croata llega en progresión ascendente en lo físico y lo futbolístico, además de más fresco al encuentro que el ’22’, quien ha disputado como titular los dos últimos partidos del conjunto blanco.
Isco fue clave en el encuentro ante el PSG, que a la postre ha llevado a Zidane a considerar la opción de los cuatro centrocampistas para medirse al Barcelona, y su alineación resultaría totalmente lógica, ya que es el que a priori mejor puede adaptarse a un puesto creado por Zidane por y para él en 2017. Sin embargo, la ascendencia de todo un ganador del Balón de Oro como Modric podría pesar en un encuentro en el que la experiencia y el recorrido del croata se suman a un sacrificio defensivo que Isco no puede igualar.
Lo que sí parece inamovible es el sistema de 4-4-2 de cara a medirse al Barcelona. Acumular un centrocampista más puede ayudar a ‘robarle’ el balón al equipo azulgrana en el Camp Nou, y en fase defensiva, el sistema de ayudas de cara a parar a Messi contaría con un miembro más que, sea Modric o sea Isco, ejerza de primer eslabón en una jaula que resultará clave para medir las opciones del Madrid en el Camp Nou.