El Real Madrid llega a Helsinki con seguridad, pero sin menospreciar a un rival como el Eintracht de Frankfurt que la pasada temporada ya demostró como puede tener dos caras perfectamente diferenciadas: la que enseña en la Bundesliga, donde ha comenzado este curso recibiendo seis goles del Bayern de Múnich en su propia casa, y la que dejó ver en Europa, que le valió para ganar la segunda competición continental dejando en el camino a equipos como el Barcelona. Por ello, el mensaje que ha lanzado Ancelotti a su vestuario en los últimos días es que deben tener “cero confianzas”.
El Real Madrid se ha tomado muy en serio la preparación de la Supercopa de Europa. Desde que los jugadores fueron llegando a Valdebebas el pasado 8 de julio, el primer objetivo estaba puesto en ganar en Finlandia la primera de las seis competiciones que deberán afrontar los hombres de Carlo Ancelotti a lo largo del curso. Desde Antonio Pintus, que ha basado su plan físico con esta competición muy presente, pasando por los jugadores y, en especial, con un Ancelotti que sabe lo importante que sería para los blancos arrancar el año como lo terminaron: celebrando.
El cuerpo técnico de Ancelotti estuvo muy pendiente el pasado viernes del debut del Eintracht en la Bundesliga. Los alemanes se estrenaron ante el Bayern y la realidad es que las sensaciones que dejaron fueron muy pobres. Ofensivamente generaron muy poco peligro, mientras que defensivamente no estuvieron al nivel de un equipo de élite. El resultado fue un 1-6 que para nada tranquilizó al entrenador italiano. Carlo sabe que la actitud y la intensidad de su rival en Helsinki será muy diferente. El vigente campeón de la Europa League tiene la oportunidad de ganar otro título continental ante los blancos y no se lo pondrán nada sencillo.
Este mensaje se lo ha trasladado a un vestuario que tiene muy claro desde el primer día de pretemporada que tienen que ganar esta competición. Si vencen la celebración será mínima, pero las sensaciones muy buenas, mientras que si pierden se generará un ruido que no hará ningún bien a los hombres de Ancelotti. Por lo tanto, en el Real Madrid todos saben que no se pueden confiar y que deben tomarse el partido muy en serio para ganar un nuevo título.