El Real Madrid no ha salido bien parado de la designación arbitral de cara al Clásico. El colegiado Martínez Munuera será el encargado de dirigir el partido por tercera vez en su carrera con un recuerdo muy malo para los blancos proveniente de uno de los últimos duelos entre los colosos del fútbol español: el 0-4 que consiguieron los culés en el Bernabéu.
Martínez Muniera, sin embargo, es recordado por su arbitraje en un Real Madrid-Sevilla que provocó que los blancos se quedaran sin el título de Liga tras pitar una mano surrealista a Militao anulando un tanto en esa misma jugada de Karim Benzema que hubiese supuesto una Liga para los blancos. El colegiado está muy bien valorado dentro del Comité Técnico de Árbitros, pese a este gran perjuicio contra el club blanco.
Además, el CTA ha decidido que desde el VAR esté como asistente González González. Este colegiado de Ponferrada es uno de los más señalados por el caso Negreira, puesto que se le vio llegar en 2015 al Camp Nou para pitar un partido también de Copa, ante el Atlético, acompañado de Javier Enríquez, hijo del ex vicepresidente de los árbitros que estaba pagado por el Barcelona.
González González cumple su tercera temporada como miembro del cuerpo específico del videoarbitraje y es conocido por hacer la vista gorda con lo que los rivales hacen a Vinicius Jr. No denunció una entrada durísima de Araujo contra el brasileño en la última Supercopa y si hizo el sueco con un tremendo bofetón de Balliu al extremo madridista en un partido contra el Rayo Vallecano.
El Real Madrid vuelve a tener motivos para estar descontento con las designaciones arbitrales para un Clásico de vuelta de semifinales de Copa del Rey en el que tendrá que remontar un 0-1 en contra. El equipo de Ancelotti no sólo deberá enfrentarse a un ambiente hostil, sino que también a unos colegiados que no han tenido fortuna con ellos.